Eliminar la esclavitud

El trabajo forzoso es la antítesis misma del trabajo decente. La eliminación de las formas contemporáneas de esclavitud representa una cuestión basada en los derechos y constituye un imperativo moral para el movimiento sindical. Se estima que actualmente más de 21 millones de personas son víctimas de formas modernas de esclavitud: 11,4 millones de mujeres y niñas y 9,5 millones de hombres y niños.

Alrededor de 19 millones de esas víctimas son explotadas por particulares o por empresas y más de dos millones por parte del Estado o grupos rebeldes. El trabajo forzoso en la economía privada genera 150.000 millones USD de beneficios ilegales cada año. El trabajo doméstico, la agricultura, la construcción, la manufactura y la industria del entretenimiento figuran entre los sectores más implicados. Los trabajadores migrantes y los pueblos indígenas resultan particularmente vulnerables al trabajo forzoso.

El modelo de esclavitud en Qatar representa un escándalo mundial, pero no se acabará con él a menos que intensifiquemos las demandas de todas las naciones para la eliminación de la esclavitud y el fin del trabajo forzoso; el sistema de la kafala y otras políticas que facilitan las peores formas de explotación deben ser revocados.

El Protocolo al Convenio de la OIT sobre Trabajo Forzoso (No. 29) ha aportado un nuevo enfoque y energía renovada a la determinación de eliminar el trabajo forzoso. Nos organizaremos para la ratificación del Protocolo en 50 países para 2018, junto con las correspondientes reformas de la legislación laboral.