El futuro del trabajo y los retos de una economía digitalizada encabezan el programa de los ministros de trabajo del G-20: los dirigentes del G-20 deben impulsar la adopción de medidas

El L-20 (organizaciones sindicales de los países del G-20) ha acogido con satisfacción los compromisos contraídos por los ministros de trabajo del G-20 en la reunión celebrada en Mendoza (Argentina), pero pide que los gobiernos adopten medidas urgentes. El paquete de medidas, si se aplica colectivamente, ayudaría a hacer frente a una serie de futuros retos en materia de empleo: la protección social, las competencias profesionales, la inclusión de la mujer, los jóvenes y las personas con discapacidades, así como la lucha contra la informalidad en la economía mundial.

La Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Sharan Burrow, dijo: “Una década después de la primera reunión de los dirigentes del G-20 en Washington DC al principio de la crisis financiera mundial todavía tenemos un mundo en el que la concentración empresarial y financiera, el desempleo, los trabajos precarios y la caída de los salarios, con grandes desigualdades persistentes, continúan poniendo trabas a los motores del crecimiento inclusivo”.

“El mandato original del G-20 era poner de nuevo a nuestras economías en el camino hacia un crecimiento sólido e inclusivo a través de la coordinación de políticas económicas, y al mismo tiempo hacer frente a futuros retos mundiales a través de la cooperación internacional. Los ministros de trabajo de los países del G-20 han contraído buenos compromisos en Mendoza en lo que respecta a prepararse para los retos del futuro, pero deben cumplir de forma más satisfactoria su mandato principal del G-20 de conseguir un crecimiento sólido e inclusivo y adoptar medidas coordinadas, en particular con los ministros de finanzas del G-20, para aumentar los salarios”.

Pierre Habbard, Secretario General de la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC), acogió con satisfacción el reconocimiento por parte de los ministros de los retos planteados por el futuro del trabajo, pero indicó que el G-20 se debe centrar en cumplir los compromisos contraídos en el pasado: “En 2015, los ministros de trabajo del G-20 se comprometieron a abordar eficazmente la caída de la proporción de los ingresos de la mano de obra y el aumento de las desigualdades, los cuales se manifiestan en todas las economías del G-20. Ese mandato no se ha cumplido y todavía es más crítico hoy para lograr el crecimiento inclusivo”.

Los ministros de trabajo del G-20 han contraído compromisos con respecto a:

Desigualdades de ingresos:
Hacer frente a las desigualdades de ingresos es fundamental para lograr mejores empleos, sociedades más inclusivas y un crecimiento económico más fuerte. Acogemos con satisfacción la reunión del Subgrupo de Proporción y Desigualdades de los Ingresos de la Mano de Obra [Empleo del G-20], el cual consideró que la desigualdad es un problema transversal (párrafo 5).

Protección social:
Reafirmamos nuestro compromiso de promover activamente el acceso a una protección social adecuada para los trabajadores en todas las formas de empleo y modalidades de trabajo y de fomentar la no discriminación y el trato justo, independientemente de la situación de empleo individual (párrafo 19).

Futuro del trabajo:
Nuestras respuestas de política se basarán en los principios de política que hemos identificado para: desarrollar competencias para un futuro del trabajo inclusivo; promover la formalización del trabajo y el trabajo decente; desarrollar una protección social integral; aumentar la integración de las personas con discapacidades en el mercado de trabajo; erradicar el trabajo infantil, el trabajo forzoso, la trata de personas y la esclavitud moderna en el mundo del trabajo (párrafo 27).

Trabajo decente en la economía digital:
Nos comprometemos a promover trabajos de alta calidad y el trabajo decente en el mercado del trabajo digital (párrafo 14).

Algunas formas de trabajo pueden plantear una serie de retos para la calidad del trabajo y la vida, la adquisición de competencias, la protección social y la distribución de ingresos, la libertad sindical y la negociación colectiva (párrafo 13).

Derechos fundamentales en el trabajo en la economía digital:
Debemos intentar que todas las nuevas formas de empleo se encuentren en la economía formal (párrafo 15).
Se debe aclarar, cuando proceda, la clasificación de la condición de empleo de los trabajadores y los derechos laborales conexos. Se debe concienciar a las partes interesadas sobre los derechos, obligaciones y responsabilidades con respecto a las diferentes formas de trabajo. Es necesario promover el trato justo en lo que respecta a las condiciones de trabajo, el acceso a la protección social y las oportunidades de formación para todos los trabajadores, independientemente del tipo de relación de trabajo. Se debe expandir el diálogo social para que llegue a todos los trabajadores, incluido a través de medios innovadores y promover la negociación colectiva (anexo 1).

Limpiar las cadenas mundiales de suministro:
Continuaremos cumpliendo nuestros compromisos con respecto al trabajo decente en las cadenas mundiales de suministro (Bad Neuenahr, 2017) y apoyamos la “Estrategia del G-20 para erradicar el trabajo infantil, el trabajo forzoso, la trata de personas y la esclavitud moderna en el mundo del trabajo” (párrafo 17).

Esclavitud moderna
Promovemos la ratificación y la aplicación efectiva de los instrumentos internacionales pertinentes, como el protocolo de 2014 relativo al Convenio núm. 29 de la OIT, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de 1990 y sus protocolos facultativos, el Convenio de la OIT sobre la edad mínima, 1973 y el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (anexo 2).

La reunión de dirigentes del G-20 en la cumbre de Buenos Aires en noviembre debe respaldar los compromisos contraídos por los ministros de trabajo y adoptar medidas coordinadas para incluir en el programa el crecimiento mundial con trabajos y salarios decentes.