‘Doing Business’ del Banco Mundial

Desde 2003, el Banco Mundial ha venido publicando el informe Doing Business (DB), que cada año identifica los obstáculos normativos a la inversión privada empleando indicadores nacionales, y recomienda a los países que eliminen los supuestos obstáculos para “hacer negocios”. DB afirma que la inversión, el empleo y el crecimiento económico aumentarían si los países mejoran sus puntuaciones en DB, pero el propio Grupo de Evaluación Independiente del Banco no encontró ninguna evidencia de la supuesta relación.

En EE.UU. Time Magazine mostró recientemente que algunos países con las peores puntuaciones según DB (incluyendo India, Indonesia, Brasil y Argentina) habían registrado un crecimiento económico mayor, justamente lo opuesto a lo que afirma DB.

La regulación del empleo es uno de los temas cubiertos por DB. El Indicador sobre Empleo de los Trabajadores (IET) puntúa a los países en función de si establecen límites respecto a la jornada laboral, los salarios mínimos, el preaviso y la indemnización en caso de despido, y otras regulaciones laborales. Los países con una regulación mínima reciben la mejor puntuación, y las IFI han utilizado este indicador para presionar a los países a que reduzcan la protección acordada a los trabajadores en su legislación, en ocasiones mediante la condicionalidad relacionada con los préstamos.

DB pretende que los países que eliminen las regulaciones laborales aumentarán sus niveles de empleo, pero una vez más, el Grupo de Evaluación Independiente del Banco no encontró evidencia para demostrarlo.

Teniendo en cuenta que el IET de DB mide la ausencia de regulación laboral, las mejores puntuaciones se conceden a países que hayan eliminado la legislación que brinda protección a los trabajadores, nunca han tenido una, o que son reputados por su falta de respeto hacia los derechos de los trabajadores. Entre los países que han recibido excelentes puntuaciones sobre IET figuran Georgia, Kazajstán y Belarús en ECO; las Islas Marshall, las Maldivas y Afganistán en los países en desarrollo de Asia/Pacífico; Arabia Saudita en Oriente Medio; y Haití en América Latina y el Caribe.

Aquellos países que han conseguido incrementar el empleo formal y mejorar la protección social suelen recibir la peor, o una de las peores puntuaciones en la región, como es el caso de Eslovenia en ECO o Brasil y Argentina en América Latina. Entre los países ricos, la mejor puntuación de IET se concede a EE.UU. mientras que el grupo peor situado incluye a Francia, Alemania, los Países Bajos y tres países nórdicos.

DB ha alabado reformas desregulatorias en algunos países que desmantelaron la legislación laboral, aun cuando con ello incurrieran en violaciones a las normas de la OIT. Por ejemplo, en abril de 2007, el Banco declaró a Georgia como “mejor reformador del año para los negocios” debido a sus enmiendas a la legislación laboral y otras reformas desregulatorias, pese a que la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la OIT encontró que las reformas y las prácticas laborales de dicho país no eran conformes con cuatro de los ocho convenios fundamentales de la OIT.

En 2009 el Banco respondió a reiteradas críticas de DB por parte de la CSI y la OIT, ordenando a su personal que dejase de utilizar el IET en sus informes y recomendaciones; lo eliminó de los criterios para acceder a fondos del Banco; y estableció un grupo consultivo (GC) en relación con los aspectos laborales de DB, invitando a empleadores, sindicatos y a la OIT a participar en el mismo.

El Banco dio al GC tres mandatos, pero únicamente aportó una asistencia técnica adecuada para uno de ellos, el de examinar y proponer cambios a la metodología en relación al IET, para luego dejar de consultar al GC a principios de 2011. Los cambios en la metodología implicaron identificar “pisos” para los criterios de IET que estaban en franca contradicción con los convenios de la OIT respecto a cuestiones como la jornada laboral y las vacaciones anuales; pero no se cambió el enfoque fundamental de “premiar” a los países con bajos niveles de protección.

En Banco no hizo otra cosa que entablar discusiones exploratorias respecto a los otros dos mandatos dados al GC:

- (1) creación de un Indicador de Protección de los Trabajadores (IPT), que “premiaría” a aquellos países que proporcionen una protección social integral y que cumplan con las NFT; y
- (2) revisión del Indicador sobre Pago de Impuestos (IPI), que otorga la mejor puntuación a países que no impongan un impuesto o una contribución social de las empresas, algo que incluso el FMI ha criticado. El Banco prosiguió sus consultas con la OIT sobre el IPT, pero al parecer llegaron a un punto muerto y el personal de DB indicó que querían reincorporar el IET en el informe.

La postura de la CSI es que el IET y otras cuestiones laborales deberían eliminarse de manera permanente de DB, al igual que el componente fiscal del IPI. En su lugar, y en consulta con los sindicatos y la OIT, el Banco debería desarrollar un enfoque equilibrado sobre la regulación del empleo fuera de DB, a fin de alentar a los países a crear empleos decentes, brindar una buena protección social y aplicar las normas fundamentales del trabajo (noviembre de 2011).