Muchas de ellas, en particular aquellas que están expuestas a formas múltiples e interseccionales de discriminación basadas en la clase, el género, la edad, la raza, el origen étnico, la identidad de género y la orientación sexual, y la migración o la condición de refugiado, se ven privadas de su derecho fundamental al trabajo decente debido a problemas y discriminación estructurales.
Las personas con discapacidad experimentan:
- Tasas desproporcionadamente elevadas de desempleo e inactividad económica, que se ven agravadas por el prejuicio y la estigmatización sistémicos.
- Para los que tienen empleo, la violencia y acoso en el trabajo y la falta de acceso a ajustes razonables exacerban su marginación.
Según el Informe sobre Discapacidad y Desarrollo de las Naciones Unidas para 2024, el progreso hacia la inclusión de las personas con discapacidad sigue estancado o ha retrocedido en varias esferas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Luc Triangle, Secretario General de la CSI, declaró: “Es imposible lograr la justicia social sin la inclusión plena de las personas con discapacidad. Los sindicatos de todo el mundo están comprometidos a luchar por sus derechos, garantizar el trabajo decente y fomentar culturas en el lugar de trabajo que valoren la diversidad y la inclusión. Para alcanzar sociedades verdaderamente democráticas es esencial un nuevo contrato social que no deje a nadie atrás”.
Para lograr un cambio significativo, la CSI pide:
- El cumplimiento pleno de los compromisos en materia de derechos humanos: cumplir la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de las Naciones Unidas.
- La ratificación y la aplicación efectiva de los convenios de la OIT: garantizar los derechos a la no discriminación, la libertad sindical y la negociación colectiva, y entornos de trabajo seguros y saludables sin violencia ni acoso.
- El reconocimiento de los cuidados como bien público y derecho humano y garantizar el aumento de las inversiones públicas en servicios de cuidados y apoyo de calidad: velar por el acceso universal a los sistemas públicos de cuidados y apoyo, en consonancia con la Resolución de la OIT relativa al trabajo decente y la economía del cuidado.
- La mejora de la representación sindical: fortalecer a los sindicatos para que representen a trabajadores con discapacidad y aseguren un diálogo social inclusivo.
El 3 de diciembre, la CSI insta a los Gobiernos, los empleadores y la sociedad a acelerar los esfuerzos encaminados a la inclusión de las personas con discapacidad y a velar por que no se deja a nadie atrás. Para alcanzar progresos es necesario adoptar medidas audaces para hacer frente a la estigmatización y promover la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todas las esferas de la vida.