Deuda interna: no más peso sobre las espaldas de los trabajadores

photo: Sri Lanka / Pradeep Dambarage / NurPhoto via AFP

La CSI pide cautela a las instituciones financieras internacionales (IFI) a la hora de considerar la inclusión de la deuda interna en los acuerdos de reestructuración con los países.

La declaración sobre la reestructuración de la deuda interna (RDI) ha sido preparada con ocasión de la importante Mesa Redonda Mundial sobre la Deuda Soberana (GSDR) relativa a la reestructuración de la deuda interna organizada por el FMI, a la que se ha invitado a la CSI.

La reestructuración de la deuda interna tiene como efecto potencial infligir importantes costos sociales y económicos a la gente trabajadora sobre la que ya pesa una gran presión. Amenaza las perspectivas de crecimiento futuro y erosiona la cohesión social necesaria para la recuperación. La gente trabajadora se ve afectada cuando sus ahorros y sus fondos de pensiones se ven amenazados, sobre todo porque, a diferencia de los grandes acreedores externos, estos suelen ser las únicas reservas financieras que poseen.

Los grandes acreedores externos, que por lo general no tienen ningún interés en la economía nacional, no deberían tener la posibilidad de hacer recaer una mayor parte de la carga de la reestructuración sobre los acreedores nacionales. Sin embargo, esto es cada vez más habitual. La gente trabajadora de Sri Lanka y de otros países está pagando un alto precio por esta situación. Para hacerle frente, la CSI exige

  • Una evaluación cuidadosa, transparente y holística del costo y los beneficios en juego para cada una de las diferentes partes cuando se proyecte la inclusión de la deuda interna en la reestructuración.
  • Un marco de políticas más sólido para evaluar y abordar los compromisos y dificultades de dicha reestructuración de la deuda interna cuando estos sean inevitables, dentro de procesos nacionales democráticos que incluyan el diálogo social con los sindicatos.

El Secretario General en funciones de la CSI, Luc Triangle, comentó a este respecto: “Acogemos con satisfacción el paso positivo que ha dado el FMI al incluir a la CSI en las discusiones de la Mesa Redonda Mundial sobre la Deuda Soberana y velaremos porque las posiciones sindicales se traduzcan en recomendaciones concretas para su adopción por parte de los responsables de la toma de decisiones.

"Sin embargo, la creciente complejidad de las discusiones sobre la reestructuración de la deuda demuestra la urgente necesidad de entablar nuevos diálogos que desemboquen en una reforma global de la arquitectura de la deuda soberana mundial, tal y como ha sido definida por la ONU.

“Nos oponemos a toda forma de austeridad, ya sea impuesta por un acuerdo de reestructuración o por cualquier otra razón. La austeridad es sencillamente contraproducente para el bien de la gente trabajadora, para la salud económica de un país y, por lo general, son los más débiles quienes pagan el precio más alto”.