Durante años, el respeto de los derechos de los trabajadores ha venido siendo una condición para expandir el comercio y las inversiones en numerosos programas preferentes y acuerdos de comercio e inversión. La intención de estas disposiciones resulta clara. Para que los beneficios potenciales del comercio y la inversión puedan compartirse de manera justa con los trabajadores y trabajadoras que producen esos bienes y servicios, los derechos fundamentales en el trabajo han de ser plenamente respetados tanto en la ley como en la práctica.