El presidente Yoon Suk Yeol hizo la declaración, depositando amplios poderes en manos del Ejército y suspendiendo las instituciones democráticas. No obstante, tras una votación en el Parlamento, se ha visto obligado a revocar su decisión.
El secretario general de la CSI, Luc Triangle, ha manifestado: “Esta declaración de ley marcial por parte del presidente Yoon supone un ataque inaceptable a la democracia y al pueblo de Corea del Sur, así como a los derechos que tanto les ha costado conseguir. Ha sido un claro intento de silenciar voces disidentes cruciales para una democracia dinámica. Sin embargo, tras haber conseguido liberarse de los regímenes militares del pasado, la población de Corea del Sur sabe perfectamente lo valiosa que es la democracia y lo importante que es defenderla.
“Desde la CSI, nos solidarizamos con nuestros sindicatos afiliados y con el pueblo de Corea del Sur. Exigimos el respeto del Estado de derecho, la protección de los derechos y libertades básicas, y el pleno restablecimiento de la democracia y las instituciones democráticas.
“No hay concesiones que valgan: la democracia y los derechos de todos los ciudadanos deben respetarse. Además, los sindicatos y demás grupos de la sociedad civil deben involucrarse en el trazado de un camino que permita a Corea del Sur salir de esta crisis sin precedentes”.