Corea: cientos de sindicalistas en el punto de mira de las autoridades

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La CSI ha sido informada de que, previamente a la manifestación de sindicatos y demás organizaciones de la sociedad civil prevista para el 5 de diciembre, la policía de Corea ha situado en su punto de mira a cientos de sindicalistas, intensificando la represión contra quienes se oponen a las políticas de la Presidenta Park Geun-hye favorables a la actividad empresarial.

Un total de 411 personas han sido identificadas a partir de fotografías tomadas en concentraciones públicas, y podrían ser llamadas a comparecer e incluso arrestadas. La Presidenta Park, hija del ex dictador militar Park Chung-hee, está siendo muy criticada, tanto en su país como en el extranjero, a raíz de los ataques del Gobierno contra la libertad de asamblea y los derechos de los trabajadores.

Tan sólo en las dos últimas semanas han sido arrestados nueve miembros y responsables del sindicato de los trabajadores del transporte y los servicios públicos KPTU, y otros cinco responsables de la sectorial de grúas torre del sindicato de trabajadores de la construcción KCWU han sido encarcelados. Los operarios de las grúas fueron encarcelados por tratar de pactar un convenio colectivo con una empresa de alquiler de grúas. A pesar de la resolución de un tribunal, según la cual tienen efectivamente derecho a tratar de establecer un convenio, y a pesar de que el sindicato tiene convenios con otras 142 empresas de alquiler similares, la fiscalía llevó el caso a un tribunal de apelación para que se emitieran órdenes de arresto. El 2 de diciembre también fue detenido un responsable local de la central sindical nacional KCTU, manteniéndose así el patrón de vigilancia, acoso y encarcelamiento.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha expresado: “El Gobierno coreano está teniendo una actitud dictatorial y abusiva hacia su propio pueblo, recurriendo al arresto y al encarcelamiento para respaldar a los empleadores que se niegan a respetar los derechos básicos a la representación sindical y a la negociación colectiva. Corea está traicionando los compromisos que contrajo con la OIT y la OCDE de respetar las normas internacionales del trabajo. Esta es una vía muy peligrosa para cualquier país. Pedimos al Gobierno que reconozca que su comportamiento va en contra de los principios fundamentales de la democracia, y le pedimos que deje de atacar las libertades fundamentales”.