Durante su reunión, celebrada en Brasilia, y acogida por las afiliadas brasileñas Central Única dos Trabalhadores (CUT), Força Sindical (FS) y União Geral dos Trabalhadores (UGT), el Consejo adoptó además políticas sobre fiscalidad justa, cambio climático y transición justa, paz y seguridad común, y comercio internacional.
Compromiso de alto nivel con el Gobierno brasileño
Durante la sesión de apertura, el ministro de Trabajo de Brasil, Luz Marinho, trató sobre los desafíos globales que afrontan los trabajadores y las trabajadoras, incluyendo la IA y los algoritmos que amenazan los derechos laborales, el cambio climático y la necesidad de una fiscalidad justa.
Destacó asimismo las recientes medidas adoptadas por Brasil para apoyar a la gente trabajadora, que incluyen la creación de 3,6 millones de nuevos empleos formales, la aplicación de iniciativas sobre igualdad salarial y el aumento del salario mínimo.
Una delegación de la CSI, encabezada por su secretario general, Luc Triangle, se reunió con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para discutir sobre el liderazgo de Brasil en la promoción de un programa favorable a la gente trabajadora a nivel global, y el papel crítico de la democracia para promover la justicia social y los derechos de trabajadores y trabajadoras.
"Nuestro Gobierno está comprometido a responder a las demandas de los trabajadores y las trabajadoras en Brasil y a apoyarlas en otros países del mundo entero. La reciente presidencia del G20 sentó las bases para la Alianza Global contra el Hambre, y nos estamos centrando en abordar los desafíos del entorno laboral internacional”.El presidente Lula
El Consejo estableció un grupo de trabajo encargado de preparar la COP30 en Brasil, para asegurarse de que la voz de la gente trabajadora ocupe un lugar central en las negociaciones sobre el clima. También se iniciaron los preparativos para la Cumbre Social Mundial, con el objetivo de amplificar el papel del movimiento sindical a la hora de conformar las políticas sociales y económicas globales.
Discusiones estratégicas y decisiones sobre políticas
Durante una discusión estratégica en relación con la OIT, el Consejo puso de relieve el papel crítico que tiene dicha organización como baluarte de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, estableciendo normas para proteger los derechos laborales, y subrayando su misión para alcanzar la paz a través de la justicia social.
El Consejo reiteró la importancia del tripartismo y el diálogo social como elementos esenciales de la gobernanza en la OIT, reuniendo a Gobiernos, empleadores y trabajadores para conformar el futuro del trabajo. Se necesita urgentemente un Nuevo Contrato Social, tal como reclamó el Congreso de la CSI en 2022, para contrarrestar el debilitamiento del multilateralismo y asegurar protecciones sociales y laborales resilientes frente a desafíos emergentes como el cambio climático, una globalización desequilibrada y los trastornos tecnológicos.
Se debatieron y adoptaron decisiones respecto a políticas clave sobre:
- Justicia fiscal, poniendo énfasis en una fiscalidad progresiva para combatir la desigualdad.
- Cambio climático y transición justa, reafirmando el compromiso con un futuro sostenible para la gente trabajadora.
- Paz y seguridad común, reclamando una acción sindical en la prevención de conflictos.
- Comercio internacional, centrándose en reglas justa que protejan a trabajadores y trabajadoras a nivel global.
Por una democracia que responda para la gente trabajadora
El Consejo estableció una visión a largo plazo de la CSI, adoptando planes para 2025 centrados en promover una democracia que responda para la gente trabajadora, y aprobó un mapa de ruta con vistas al Congreso Mundial en 2027.
En palabras del secretario general de la CSI, Luc Triangle: “Este Consejo General pone de relieve el poder de la acción colectiva y el liderazgo del movimiento sindical para dar forma a un mundo más justo, más sostenible, y democrático. Tenemos una visión clara que situará los intereses de la gente trabajadora en la escena mundial, apoyando a nuestras afiliadas en su trabajo sobre el terreno.
“La reunión con el presidente Lula ha resultado alentadora, viniendo de un Gobierno que realmente da prioridad a los intereses de la población. Representa un vivo ejemplo de una democracia que responde. Nuestra misión es llevar esta realidad a las vidas de más personas en todo el mundo”.