Numerosos grupos de estudiantes han salido a la calle para manifestar su oposición a la reinstauración por parte del Gobierno de unas cuotas que otorgarían un tercio de los puestos de la función pública a familiares de veteranos de la guerra de independencia de Bangladesh de 1971. Durante las protestas, al menos 200 estudiantes, activistas y trabajadores han muerto, miles han sido detenidos, y el acceso de la población civil a la información y a la libertad de expresión se encuentra restringido tras la desconexión de Internet.
El secretario general de la CSI, Luc Triangle, ha declarado: “La situación en Bangladesh es alarmante y está yendo a peor. La brutal respuesta a las protestas pacíficas resulta inaceptable. Nos solidarizamos con los trabajadores y los estudiantes de Bangladesh en su lucha por la justicia y los derechos humanos.
“Durante muchos años, la CSI ha deplorado el afán de las fuerzas de seguridad de Bangladesh por recurrir a la violencia contra los trabajadores que ejercen sus derechos básicos, como el derecho a la huelga y a la protesta pacífica. Por ello, en el Índice Global de los Derechos 2024 de la CSI, Bangladesh vuelve a figurar entre los 10 peores países del mundo para los trabajadores y las trabajadoras.
“Los últimos asesinatos cometidos por las fuerzas de seguridad bajo el control del Gobierno dejan patente que nada ha cambiado pese a los compromisos contraídos por el país con los organismos internacionales de derechos humanos y con el sistema de control de la OIT.
“El Gobierno debe acabar de inmediato con las detenciones masivas y poner en libertad a todos los detenidos, en particular a los organizadores y líderes estudiantiles. Además, apoyamos plenamente el llamamiento del Bangladesh Free Trade Union Congress, organización afiliada a la CSI, para que se lleve a cabo una investigación judicial nacional fidedigna y una investigación dirigida por la ONU sobre las violaciones de los derechos humanos y los asesinatos de estudiantes y trabajadores”.
La CSI también exige:
- Justicia para las víctimas de la violencia estatal, además de una indemnización adecuada.
- Respeto por la seguridad y los derechos de todos los trabajadores y sus familias, en particular de los trabajadores de exteriores.
- Protección de las libertades civiles, de conformidad con las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y normas del trabajo.
- Participación en un diálogo social significativo con los sindicatos, especialmente sobre la reforma laboral y las políticas de empleo.
Luc Triangle concluye: “Los trabajadores de Bangladesh se merecen una situación mejor. Exigimos que se tomen de inmediato medidas para evitar más pérdidas de vidas y garantizar la rendición de cuentas por la violencia y los homicidios, así como el respeto de los derechos humanos en Bangladesh”.