En relación al financiamiento público internacional, hubo consenso en la sociedad civil en exigir que se cumplan los compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) y que se detenga la tendencia de disminución de la ayuda a los países menos adelantados (PMA). Se hizo hincapié en que el uso de dinero público, incluida la AOD, para apalancar la financiación privada, conlleva riesgos. Por lo tanto, existe la necesidad de garantizar que los mecanismos de financiación combinados sean transparentes, inclusivos y responsables ante los gobiernos de países en desarrollo y la sociedad civil. También se expresó la necesidad de acordar una regulación adecuada y un mecanismo de rendición de cuentas ante la promoción de asociaciones (partenariados) entre múltiples partes interesadas, y asegurarse de que se están cumpliendo con el destino y sus beneficiarios.

Se constató la unanimidad de los participantes en la preocupación respecto del proceso de la Cumbre de Financiamiento para el Desarrollo, ya que es visible la preeminencia que adquiere el sector privado y en particular el papel de las grandes multinacionales.

Los oradores pidieron a los Estados miembros ser específicos en el Documento sobre Financiamiento al Desarrollo, sobre la necesidad de concluir un marco de Naciones Unidas para la reestructuración de deudas soberanas, y sobre el deseo de adoptar los principios de la UNCTAD sobre préstamos responsables.

Esta experiencia de interlocución de la RSCD en consonancia con otras organizaciones y movimientos sociales, da cuenta de un trabajo de incidencia de la CSI. Aún queda pendiente que los gobiernos y organismos de la gobernanza global utilicen estas audiencias para democratizar y hacer participativos los temas concretos de desarrollo e involucrar a todos los actores y gobiernos en el trabajo conjunto por un mundo más justo.

Lea el discurso de Marita González aquí.