El segundo Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, presentado a la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 2005 revela que en el mundo hay al menos 12,3 millones de personas víctimas del trabajo forzoso, 2,45 de las cuales son además víctimas del tráfico de seres humanos. En los países industrializados y en transición, así como en Medio Oriente y África del Norte, la proporción de personas que sufren ambos tipos de abusos simultáneamente se eleva a más de 75 por ciento. En la explotación sexual con fines comerciales, que representa al menos 1,4 millones de casos en todo el mundo, el 98 por ciento de las víctimas son mujeres y niñas.

El Consejo de Administración de la OIT decidió por tanto aprobar un plan de acción destinado a establecer y consolidar una Alianza Global contra el Trabajo Forzoso, que pretende llegar a erradicar todas las formas de trabajo forzoso para el año 2015. Dentro de este marco, la CSI – en estrecha cooperación con la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) y el Programa Especial de Acción para combatir el Trabajo Forzoso (SAP-FL por sus siglas en inglés) – ha establecido una Alianza Sindical Global para combatir el Trabajo Forzoso y la Trata de Personas.