Millones de trabajadores y trabajadoras se están viendo sumidos en la pobreza debido a las subidas de los precios de la energía, los alimentos y otros artículos de primera necesidad, mientras algunos Gobiernos, economistas y representantes del Banco Central les dicen que subir los salarios para afrontar la inflación es inaceptable.
Sharan Burrow, secretaria general de la CSI, ha declarado: “El Índice Global de los Derechos 2022 de la CSI ha revelado que cada vez son más los países que vulneran los derechos fundamentales de los trabajadores, en particular el derecho a la negociación colectiva.
“Se trata pura y simplemente de represión salarial, y eso se tiene que acabar. Los Gobiernos deben promover la negociación colectiva en pos de la prosperidad compartida, en lugar de permitir que empleadores y banqueros hundan a los trabajadores en la pobreza pese a que la productividad laboral no deja de aumentar.
“Desde 2005 la productividad de los trabajadores ha aumentado un 37% a escala global, y, sin embargo, a las propias personas que producen los bienes y servicios de los que dependen las economías y las sociedades se les priva de los beneficios económicos derivados de ello.
“Por otra parte, la productividad del capital está estancada, ya que las empresas no invierten en la capacidad productiva, tan urgente y necesaria, prefiriendo depositar enormes cantidades de dinero en paraísos fiscales y financiar los lujosos estilos de vida de los accionistas y propietarios de las mismas.
“Un reducido número de poderosas multinacionales siguen repartiéndose la riqueza a expensas de las personas y el planeta.
“La justicia salarial, junto con la protección social universal, son elementos fundamentales del nuevo contrato social que el mundo necesita tan desesperadamente para garantizar la seguridad financiera de los hogares y una economía sostenible. Esto es especialmente cierto para los trabajadores informales, como se explica en la última Nota informativa de la CSI sobre política económica y social.
“Mientras los trabajadores y las trabajadoras y sus sindicatos continúan luchando contra la represión salarial y por la justicia salarial en todo el mundo, queremos aprovechar esta Jornada Mundial por el Trabajo Decente para pedir a los Gobiernos que gobiernen en interés de las personas en lugar de seguir extrayendo riqueza de las personas y entregándosela a las corporaciones”.