El Pacto abarca una amplia gama de temas, como, por ejemplo, paz y seguridad, desarrollo sostenible, cambio climático, cooperación digital, derechos humanos, género, juventud y generaciones futuras, y transformación de la gobernanza mundial.
En tanto que sindicatos, valoramos positivamente las referencias al trabajo decente, la protección social, los derechos humanos y la igualdad de género, a saber:
- El compromiso de garantizar el disfrute efectivo de todos los derechos humanos de todas las personas.
- El compromiso de incrementar significativamente las inversiones para eliminar la brecha de género, incluso en la economía del cuidado y apoyo, reconociendo el vínculo que existe entre la pobreza y la desigualdad de género y la necesidad de reforzar el apoyo a las instituciones en relación con la igualdad de género.
- El llamamiento para promover el aprendizaje permanente, incluso en situaciones de emergencia, y mejorar las oportunidades de trabajo decente para todas las personas y el acceso universal a la protección social para erradicar la pobreza y reducir las desigualdades.
- La decisión de crear empleos y medios de subsistencia decentes para la juventud, y establecer y garantizar el acceso de la juventud a sistemas de protección social universales, adecuados, integrales, sostenibles y con titularidad nacional.
- El llamamiento a redoblar los esfuerzos internacionales, regionales y nacionales para adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso y eliminar todas las formas de trabajo infantil.
Sin embargo, para cumplir los objetivos del Pacto, estas referencias deberán estar respaldadas por medidas urgentes y una financiación adecuada por parte de los gobiernos.
En lo que respecta a la paz y la seguridad internacionales, la CSI celebra el reconocimiento del papel indispensable de las Naciones Unidas en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, y solicita a los Estados miembros de la ONU garantías de que la Organización esté adecuadamente equipada para encabezar y respaldar la mediación y la diplomacia preventiva. Además, el renovado compromiso del Pacto para con un mundo sin armas nucleares –mediante la aceleración de la aplicación plena y efectiva de los respectivos compromisos y obligaciones de desarme y no proliferación nucleares– resulta clave para una paz sostenible.
En cuanto a la reforma de la arquitectura financiera internacional, la CSI valora positivamente las iniciativas de la ONU por promover cambios estructurales, aunque se requerirá una mayor voluntad para conseguir que la financiación mundial sea más democrática. Además, la CSI apoya el compromiso de participar de manera constructiva en el proceso de elaboración de una convención marco de las Naciones Unidas sobre cooperación tributaria internacional. Respecto a la arquitectura de la deuda, si bien el texto reconoce la necesidad de mejorar la arquitectura de la deuda soberana, queda todavía un largo camino por recorrer para conseguir establecer un diálogo eficaz entre la ONU y las instituciones financieras internacionales que permita instaurar una arquitectura mundial de la deuda que sea democrática y sostenible.
En lo que respecta al clima, el Pacto reclama más medidas, pero no se compromete respecto a lo que resulta necesario, limitándose a reiterar lo que se decidió en las últimas COP e incluyendo únicamente una referencia a la necesidad de actualizar el objetivo de financiación de la lucha contra el cambio climático de 100.000 millones USD al año, manifiestamente inadecuado. La CSI reclama un incremento sustancial de dicha financiación y la inclusión de criterios sólidos de transición justa en el debate sobre el nuevo objetivo colectivo cuantificado que tendrá lugar en la COP29 a finales de este año.
La Cumbre aprobó además un Pacto Digital Global, en el cual se describe un proyecto para lograr un futuro digital inclusivo, abierto, sostenible, justo y seguro para todos. La CSI acoge con satisfacción las referencias al trabajo decente, los derechos humanos, la igualdad de género y la diligencia debida en materia de derechos humanos, al tiempo que solicita a la ONU que profundice en las políticas y normas que rigen la tecnología, los datos y el despliegue de algoritmos en consonancia con los derechos laborales. En su intervención sobre este tema durante la Cumbre del Futuro, el secretario general de la CSI, Luc Triangle, reclamó asimismo un instrumento vinculante sobre la economía de plataformas y solicitó que los sindicatos participen activamente en la transición digital, para garantizar que esta se base en los derechos humanos y los derechos laborales.
La omisión más flagrante para el movimiento sindical es la falta de referencia al diálogo social y a las normas internacionales del trabajo, lo cual también se debe a la exclusión de los sindicatos de la participación en las negociaciones, contradiciendo así el objetivo de lograr un multilateralismo más democrático.
En tanto que sindicatos, seguiremos adoptando medidas a escala internacional, pero también nacional, para garantizar un seguimiento adecuado de los compromisos del Pacto, presionando a nuestros gobiernos para que refuercen sus medidas y alcancen los ODS, respeten los derechos laborales y promuevan la democracia. Asimismo, seguiremos impulsando la preparación de la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y la 4ª Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de las Naciones Unidas, asegurándonos de que la justicia social sea una prioridad en todos los procesos políticos de aquí a 2025.