La intervención de la Sra. Pavanelli comienza en el minuto 1:42:00 (en inglés).
“La salud es un sector económico productivo y una fuente de crecimiento que puede crear trabajo decente, en particular para las mujeres. Dadas las exigencias de lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible relativo a la cobertura sanitaria universal, el trabajo en el área de la salud requerirá grandes transformaciones, como aumentos importantes de la cantidad de trabajadores sanitarios. Los gobiernos tienen la responsabilidad fundamental de la educación y el empleo en el sector de la salud y deben en última instancia garantizar el derecho humano a la salud a través del acceso universal a la atención de salud.
Se debe reestructurar urgentemente el sistema tributario internacional para capturar los ingresos inmensos que se eluden y evaden sistemáticamente. La salud debería ser una de las máximas prioridades a la que destinar estos ingresos, habida cuenta de los beneficios de invertir en la salud y lo que esto contribuye a la economía, la productividad y el empleo. Sabemos que los recortes presupuestarios en salud han tenido resultados devastadores en algunos casos. El brote de enfermedad por el virus del Ebola ha sacado a la luz las deficiencias del modelo de desarrollo y ha dado lugar a llamamientos para el establecimiento de sistemas de salud financiados públicamente que estén mejor coordinados.
Tenemos que dejar claro que sí que importa cómo se prestan los servicios de salud y que los sistemas de salud públicos dan mejores resultados en materia de salud.
Les invito a leer el documento final de la Comisión de Alto Nivel sobre el Empleo en el Ámbito de la Salud y el Crecimiento Económico de las Naciones Unidas – aprobado en la Asamblea General el año pasado – que contiene recomendaciones concretas para hacer frente a los numerosos retos en el sector de la salud.
Mientras tanto, permítanme que les recuerde nuestras prioridades esenciales:
- La cobertura sanitaria universal debería ser garantizada por los gobiernos mediante una prestación pública de la atención de salud, la cual garantiza servicios sanitarios universales, gratuitos e integrales para todos; cuando existan sistemas mixtos, se debe velar por una gobernanza pública sólida;
- Garantizar que los mayores recursos financieros de fuentes nuevas y existentes, como resultado de la reformas de las políticas fiscales, se utilicen para aumentar los salarios y mejorar las condiciones de trabajo del personal de salud, empezando por los efectivos actuales mundiales de trabajadores sanitarios;
- Velar por que las políticas, normativas y leyes aborden la salud y la seguridad en el trabajo como prioridad y por la inclusión del control de la violencia en el trabajo en los planes y programas para aumentar la cantidad y la calidad de trabajadores sanitarios en todos los niveles, con la participación de los sindicatos mediante la negociación colectiva en el ámbito sectorial;
- Proporciones adaptadas pacientes-personal sanitario;
- Evitar la promoción de APP para la prestación de servicios de atención de salud, aunque los intentos para establecer normas para las APP en el sector de la salud deberían involucrar a todos los gobiernos (incluidas las autoridades locales), así como las principales partes interesadas (usuarios de los servicios de salud, los trabajadores del sector de la salud y otros); establecer criterios para la evaluación transparente y el examen periódico de las APP existentes en el plano local en el sector de la salud.
Las APP que anteponen a las personas suenan bien, pero sabemos que son la excepción en lugar de la norma. Las personas siempre deberían estar por encima del lucro. Siempre.
El mundo está observando. Estamos aquí para garantizar que las promesas hechas se cumplan y que esta agenda no sea un mero vehículo para la privatización.
Gracias.”
Información adicional:
