8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Mejor protección de la maternidad: una urgencia social, una prioridad sindical

Se les hacen análisis de embarazo en el momento de la contratación, se despide a las embarazadas, no hay suficiente derecho a licencia paga de maternidad o no se lo aplica, se excluye a las mujeres pertenecientes a los sectores atípicos de empleo de toda protección de sus derechos de maternidad, no se hace un seguimiento médico a las madres o a sus recién nacidos... La función reproductora de las trabajadoras sigue siendo una fuente de flagrantes desigualdades y discriminaciones de género. En vísperas del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la CSI le reclama a los gobiernos, a los empleadores y a las organizaciones sindicales que le den prioridad a sus acciones destinadas a mejorar la protección de la maternidad.

A pesar de que en numerosos países se han promulgado leyes que garantizan las prestaciones médicas y la protección del empleo, como así también la licencia paga de maternidad, muchas veces hay una enorme diferencia entre la ley y la práctica. Las trabajadoras de los sectores atípicos, como por ejemplo las que trabajan en la economía informal, la agricultura, el trabajo a domicilio, el trabajo doméstico o el trabajo a tiempo parcial, sufren más especialmente de discriminación y están en su mayoría excluidas de hecho de toda protección de su salud y de su trabajo.

Transcurridos ya seis años desde que fuera adoptado el Convenio núm. 183 de la OIT sobre la protección de la maternidad, solamente lo ha ratificado un puñado de países (13). Por eso la CSI reclama a los gobiernos y a los actores pertinentes que hagan todo lo que esté a su alcance para que se ratifique y aplique dicho convenio, al igual que la Recomendación 191. Esa Recomendación, vinculada con dicho Convenio, estipula, entre otras cosas, 18 semanas de licencia paga de maternidad. La CSI hace hincapié en la necesidad de garantizar que el marco jurídico proteja a todas las trabajadoras, incluidas las de los sectores atípicos, que son cada vez más numerosas debido a la desreglamentación de los mercados laborales que está teniendo lugar en todo el mundo.

“Lo fundamental es responder a las necesidades individuales de las madres pero también reconocer en su justa medida la función social esencial que desempeñan en bien de toda la sociedad. Casi siempre se ha considerado que la maternidad es un obstáculo para la rentabilidad y la acumulación de ganancias, en lugar de reconocer el considerable aporte que hacen las mujeres –a través de su función reproductora- a la renovación de las poblaciones y, por ende, de la fuerza laboral”, declara Guy Ryder, Secretario General de la CSI.

La CSI reclama a los gobiernos, empleadores y sindicatos que obren para que se valore esta función social fundamental que desempeñan las mujeres, tomando asimismo medidas que favorezcan una mayor implicación de ambos padres en las tareas relacionadas con el cuidado y la educación de los hijos.



En vísperas del 8 de marzo, la CSI publica un nuevo testimonio en video sobre el tema de la protección de la maternidad en la economía informal. Se puede ver el video con el testimonio de Salissa, joven mamá y jardinera de la periferia de Uagadugú.

Complementando este nuevo video, la CSI publica asimismo una reseña periodística (de12 páginas) sobre la sindicalización de la economía informal de Burkina.