Zimbabwe: la CSI apoya la acción de protesta de la central sindical ZCTU

La central sindical Zimbabwe Congress of Trade Unions (ZCTU) está organizando manifestaciones para el 11 de abril de 2015 en las que participarán sus seis centros regionales de Harare, Bulawayo, Gweru, Mutare, Masvingo y Chinhoyi.

Las manifestaciones tienen como objetivo poner de relieve una serie de cuestiones que afectan a los trabajadores y trabajadoras, incluidas la decisión de congelar y reducir los salarios, la introducción de una mayor flexibilidad en el mercado laboral, el impago o pago atrasado de los salarios de los trabajadores/as y la negativa a ceder las suscripciones de afiliación a los sindicatos. Todas ellas contravienen lo estipulado en los convenios colectivos ya firmados.

En un principio, la policía de las ciudades de Bulawayo, Mutare y Masvingo se negó a autorizar las manifestaciones, pero todos revocaron su decisión después de que la policía de Harare accediera a permitir la manifestación capitalina. Asimismo, el jueves por la tarde se esperaba el fallo del Tribunal Supremo sobre un recurso judicial presentado por el ZCTU.

The Herald, un periódico progubernamental, también ha publicado un artículo en el que critica la acción de protesta del ZCTU, argumentando que ha sido impulsada por fuerzas externas, como el Movimiento por el Cambio Democrático.

En 2010, una comisión de investigación de la OIT denunció graves injerencias del gobierno en las reuniones y manifestaciones del ZCTU, especialmente a través del requisito de la autorización policial para celebrar dichos eventos. Este tipo de injerencia constituye una violación de los convenios 87 (sobre la libertad sindical) y 98 (sobre el derecho de negociación colectiva) de la OIT. El gobierno prometió a la OIT que la policía y las fuerzas de seguridad recibirían formación para evitar dichas violaciones en el futuro, pero cinco años después las injerencias siguen dándose.

El gobierno de Zimbabwe debe respetar los convenios internacionales que ha ratificado, así como las disposiciones de su propia Constitución. En el país existen estructuras de negociación colectiva y diálogo social y en lugar de reprimir las actividades sindicales, el gobierno debería permitir que éstas se utilizaran para ayudar a garantizar la paz social y el desarrollo económico.

Más información en Equal Times
y aquí