Turquía: Corrosión de los derechos y la democracia

La dimisión del Primer Ministro turco, Ahmet Davutoglu, obligado a abandonar su cargo por el Presidente Recep Tayyip Erdogan, sitúa a Turquía un poco más lejos en la senda de la autocracia.

La sentencia contra dos destacados periodistas del diario Cumhuriyet, Erdem Gul y Can Dündar, condenados a 5 años y 5 años y 10 meses de prisión, respectivamente, es un ejemplo más de la eliminación de las libertades fundamentales, conforme el Presidente Erdogan asume total control sobre el Gobierno y el partido gobernante AK.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó: “Turquía se dirige hacia una dictadura de-facto, con la consolidación del poder en torno a una figura política, y la represión de los derechos fundamentales a la libertad de expresión, asociación y reunión. Los hechos acaecidos en los últimos días ponen de manifiesto el peligro de una intensificación del conflicto en Turquía, además del deterioro en las relaciones con la UE y el incremento de tensiones con Grecia, en particular”.

Erdogan ha dicho que mantendrá las draconianas leyes “antiterroristas”, que están siendo utilizadas para suprimir los derechos civiles en todo el país. Cientos de académicos y docentes están siendo investigados judicialmente por haber reclamado la reanudación de las conversaciones de paz con la minoría curda, y muchos han sido ya detenidos.

Inmediatamente antes de la audiencia en el juicio contra Gul y Dündar, este último escapó a un intento de asesinato frente a los juzgados en Estambul. Dündar resultó ileso, pero otro periodista que se encontraba presente resultaría herido. Docenas de periodistas están de momento entre rejas.

Anthony Bellanger, Secretario General de la Federación Internacional de Periodistas, afirmó: “La sentencia dictada contra estos dos periodistas, que revelaron un plan para suministrar armas a Siria, es una farsa y constituye una afrenta a los principios básicos de la democracia. Turquía se ha convertido en la mayor prisión de Europa para los periodistas”.

La CSI representa a 180 millones de trabajadoras y trabajadores en 162 países y territorios, y cuenta con 333 organizaciones afiliadas nacionales.