A raíz de la pandemia, la visión de un mundo que no deja a nadie atrás está muy lejos de la realidad. La crisis de la Covid-19 ha tenido consecuencias globales sobre los ingresos y los medios de vida de las trabajadoras y trabajadores de todo el mundo. Ellas y ellos se enfrentan a crecientes riesgos de seguridad y salud en el trabajo; sus empleos están siendo suprimidos en todo el mundo y la precariedad está creciendo. Las personas trabajadoras de la economía informal se han visto especialmente afectadas debido a que las medidas de cierre están obstaculizando sus medios de vida, están en gran medida sin ninguna cobertura por parte de los sistemas de protección social y carecen de acceso a la atención médica. Los derechos laborales han sido duramente reprimidos bajo el pretexto de la recuperación de la pandemia con abusos laborales, discriminación y cambios draconianos en las leyes laborales.
A la luz de esta terrible situación global, los trabajadores y los sindicatos de todo el mundo están unidos en este llamamiento mundial: ¡Queremos un nuevo contrato social basado en el ODS 8!
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Esta campaña ha recibido el apoyo de la Unión Europea.