Reuniones de primavera: El FMI y el Banco Mundial deben intensificar su accionar en materia de derechos sindicales y desigualdad

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional deben hacer mucho más para respaldar los derechos sindicales.


Bruselas, 26 de marzo de 2007: El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional deben hacer mucho más para respaldar los derechos sindicales. Es lo que se afirma en una nueva declaración que hace el movimiento sindical internacional en el período previo a las reuniones clave que las instituciones financieras internacionales (IFI) llevarán a cabo en Washington los días 14 y 15 de abril. La principal función de las “reuniones de primavera” de la Comisión Internacional Monetaria y Financiera del FMI y de la Comisión de Desarrollo conjunta del FMI y el Banco Mundial, consiste en evaluar los adelantos realizados en la labor de ambas instituciones. “Las mejoras reales y constantes en el ámbito de los derechos sindicales deben constituir una piedra fundamental de la lucha contra la pobreza y contra la creciente desigualdad en el mundo”, declaró Guy Ryder, Secretario General de la CSI.

Un aspecto positivo que se señala en el informe son los adelantos hechos con respecto a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a través de la cancelación de la deuda de los países más pobres. La exigencia de la CFI –la sección del Banco Mundial que efectúa préstamos al sector privado- de que quienes toman los empréstitos respeten las normas fundamentales del trabajo de la Organización Internacional del Trabajo y la intención que declaró el mismo Banco de incluir criterios similares en sus inversiones en infraestructura, demuestran un compromiso por alcanzar un desarrollo equitativo y sostenible.

No obstante, los organismos sindicales mundiales critican las graves contradicciones en lo referente a trabajo decente, especialmente con relación a los derechos sindicales. El Banco Mundial continúa promoviendo políticas que fomentan que los países abandonen la protección de los trabajadores y de los pobres y aplica la desacreditada metodología de Haciendo negocios a sus evaluaciones de la política y de las instituciones nacionales, metodología mediante la cual se determina la elegibilidad de los países pobres para la ayuda en función de su actuación en ámbitos que comprenden la reglamentación comercial y la flexibilidad del mercado laboral. El FMI también continúa imponiendo onerosas e inadecuadas condiciones de política económica en ámbitos como la privatización y topes para los gastos públicos, socavando la capacidad de los gobiernos de proporcionar servicios básicos como salud, educación y protección social.

La declaración finaliza con una serie de recomendaciones para alentar a las IFI a efectuar una contribución positiva a una mundialización justa. Esto comprende un llamamiento al Banco Mundial para que cumpla con su compromiso de trabajar en estrecha colaboración con los sindicatos durante la aplicación de su estrategia sobre gobernanza y contra la corrupción. En lo que se refiere al FMI, es necesario instaurar un marco de reglamentación para corregir las actuales crisis económicas mundiales, junto con la repercusión cada vez mayor de las transacciones especulativas.

“Se han hecho algunos progresos en algunas cuestiones importantes pero todavía queda mucho camino por recorrer hasta que tengamos las políticas coherentes que combatan la pobreza, las penurias y la desigualdad que tan obviamente están ausentes del accionar de esas dos poderosas instituciones”, dijo Ryder.

Leer la declaración completa

La CSI, fundada el 1 de noviembre de 2006, representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 304 afiliadas nacionales.

Para mayor información, favor de ponerse en contacto con la Oficina de Prensa de la CSI a los teléfonos: +32 2 224 0204 ó +32 476 621 018.