Bruselas, 6 de marzo de 2008: La CSI ha protestado hoy ante el Gobierno municipal de Guangzhou, China, en la provincia de Guangdong, en contra de las detenciones y la condena, el 13 de febrero, de cinco trabajadores de una fábrica de calzado en el distrito de Panyu acusados de reunión y manifestación ilegales. Asimismo, criticó la detención y condena a diversas penas de detención administrativa de tres trabajadores de una fábrica de bolsos y de otros cinco trabajadores de una fábrica cuya actividad no se dio a conocer acusados de alterar el orden público.

Al regresar de sus vacaciones de Año Nuevo, el 13 de febrero (el séptimo día del Año Nuevo chino), 700 trabajadores y trabajadoras del calzado se encontraron en la fábrica con las puertas cerradas. El propietario de la fábrica había cerrado el establecimiento y vendido el equipo durante las vacaciones de Año Nuevo. El empleador debía salarios atrasados de aproximadamente 2000 yuanes (unos 180 dólares) por trabajador, así como el seguro social y otros pagos por concepto de seguros por períodos que se extienden en ocasiones de nueve meses a 10 años.

Para protestar contra el cierre, alrededor de 400 trabajadores y trabajadoras iniciaron una marcha desde la fábrica hasta las oficinas del Gobierno municipal de Guangzhou, en un intento de dar a conocer la difícil situación en la que se encontraban. La policía paró la marcha y detuvo a alrededor de 50 trabajadores. Posteriormente, cinco de ellos fueron formalmente arrestados y mantenidos en detención con cargos penales. Los trabajadores/as han recibido la orden de abandonar su vivienda en un plazo de 24 horas y hasta la fecha siguen sin tener donde vivir.

En una carta enviada a las autoridades (EN - pdf), la CSI insta a las autoridades de Guangzhou a proporcionar información completa sobre el paradero de los trece trabajadores detenidos así como los detalles precisos de sus presuntos delitos y exige su liberación inmediata e incondicional. Observando que se les ha detenido y encarcelado únicamente por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión y de sindicalización, la CSI señala que, de no ser puestos en libertad, podría examinar la posibilidad de presentar una queja formal contra China ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT.

"Si su gobierno respetara el derecho a la libertad sindical y permitiera que los trabajadores y trabajadoras tuvieran un acceso más fácil a mecanismos de resolución de conflictos laborales, la dificultad y alcance de las tensiones observadas actualmente en China se verían enormemente reducidos", escribe el Secretario General de la CSI Guy Ryder en su carta a las autoridades de Guangzhou. Los métodos administrativos de privación de la libertad deben "ser abolidos o, por lo menos, estar sujetos a una mayor supervisión judicial", también señala Guy Ryder en su carta. El sistema de reeducación por el trabajo ("lao jiao") ha sido criticado en repetidas ocasiones por diversos organismos y agencias de las Naciones Unidas, entre ellos la Organización Internacional del Trabajo, porque elude las pocas salvaguardias del sistema de justicia penal de China.

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