Primer plano de Dominique Bicamumpaka (COTRAF-Rwanda)

“La sindicalización del sector informal es una de nuestras prioridades, especialmente en los sectores del té y del café.”

Bruselas, 23 de octubre de 2007: Dominique Bicamumpaka, Presidente y Coordinador del Congreso de Trabajo y Fraternidad (COTRAF) hace un balance del movimiento sindical de Rwanda y comenta que su sindicato considera prioritaria la sindicalización del sector informal.

¿Qué objetivos tiene su sindicato?

Deseamos respaldar, movilizar y defender a los trabajadores y trabajadoras, hacerles tomar conciencia sobre la necesidad de una organización sindical. Formamos dirigentes sindicales. Recibimos muchas quejas por despidos arbitrarios o por falta de respeto de los derechos laborales. También nos ocupamos de economía social. Por el momento tenemos 11.000 afiliados. 4.200 de ellos pagan sus cotizaciones regularmente. En el caso de las personas que perciben los ingresos más bajos, la cotización es de 0,14€ y, por ejemplo, los docentes pagan alrededor de 1€.

¿Qué porcentaje de la fuerza laboral representa la economía informal en Rwanda?

En nuestro país, en los empleos asalariados formales solamente está el 5 por ciento de la mano de obra. La mayoría de los trabajadores y trabajadoras están entonces en la economía informal, sobre todo en el sector agrícola, que constituye el 90 por ciento de la actividad económica del país. Sobre una población activa de 3.300.000 personas, en el sector formal hay 600.000 trabajadores o trabajadoras y 2.700.000 en la economía informal.
Lo que tratamos en este momento es ayudarlos y respaldarlos para que organicen la gestión de sus proyectos. Mediante un sistema de micro créditos, les brindamos respaldo financiero para que puedan hacer realidad sus proyectos.

Ustedes trabajan mucho con cooperativas. ¿Cómo lo hacen?

Las cooperativas nacieron a partir de la idea de tener más fuerza gracias a la unión. En primer lugar, observamos qué organización tienen los trabajadores, en qué situación económica están, qué material utilizan, etc. Luego los orientamos en lo referente a sus actividades generadoras de ingresos a fin de que lleven a cabo una buena gestión de las mismas. De allí pasamos a prestarles fondos para que puedan continuar sus actividades de cría de ganado, artesanía, etc. Por ejemplo, en el caso de las actividades agrícolas, el reembolso se hace en el momento de la cosecha. En las demás actividades el reembolso se efectúa mensualmente, con un interés de 1 por ciento mensual.

¿De qué manera crean conciencia en los trabajadores y trabajadoras del sector informal con respecto al accionar sindical?

Lo hacemos a través de los dirigentes de las cooperativas. Les explicamos las ventajas que tiene el movimiento sindical. Y les informamos los derechos que tienen como trabajadores y trabajadoras. En general, somos nosotros quienes nos acercamos a ellos porque desconocen nuestra existencia y lo hacemos tanto en el campo como en los centros urbanos, donde estos trabajadores se desempeñan como mecánicos de motos, lustrabotas, etc. Son una especie de pequeños trabajadores autónomos pero no conocen sus derechos. Por ejemplo, les informamos que hay instituciones financieras que pueden concederles ayuda para desarrollar sus actividades.

¿La economía informal es entonces para ustedes una prioridad dentro de su accionar?

Por cierto que sí, especialmente en los sectores del té y del café. En numerosas fábricas de producción los trabajadores no tienen contratos de trabajo. Se estima que son unos 80.000 los que están en esa situación. También hay trabajadores informales sin contrato en cooperativas de propietarios de pequeñas plantaciones. Procuramos sindicalizarlos y les informamos, por ejemplo, que tienen derecho de estar afiliados a la seguridad social. Esta tarea de sensibilización insume mucho tiempo porque la mayoría de esas personas no sabe ni leer ni escribir. La semana pasada estuvimos en el sur del país, donde las patronales comienzan a darse cuenta de la ventaja de tener sindicatos ya que a través del dirigente sindical, que da el ejemplo, la mentalidad de los trabajadores van cambiando y se hace más constructiva. Los ayudamos para que consigan mejores salarios ya que por el momento éstos son bajísimos. El precio del kilo de té varía en función del precio internacional del mismo. Pero se observa que hay una diferencia entre el precio internacional y el precio local y eso no es justo para los propietarios de pequeñas plantaciones. En Rwanda, el ingreso medio es de U$212 mensuales. En la economía informal, el mismo asciende a nada más que US$20 mensuales.

¿Mantienen buenas relaciones con el gobierno?

En este momento no hay ningún sistema de diálogo social. Hace un año hubo un decreto del Primer Ministro para que se creara un Consejo en ese sentido pero éste todavía no entró en funciones. Es algo que necesitamos desesperadamente porque por el momento todo es informal. Recibo cartas del Ministerio de Trabajo en las que se nos invita a algunas reuniones de consulta pero el sistema de negociación sigue estando lejos de ser adecuado.

¿Podría darnos un ejemplo de las reivindicaciones que hacen los trabajadores y trabajadoras del sector informal?

En la región del sur, donde estuvimos hace unos días, los trabajadores y trabajadoras reclaman un aumento de salario porque por el momento se les paga medio euro diario. Estamos llevando a cabo conversaciones con el Ministerio de Trabajo procurando que se instaure un salario mínimo garantido pero como todavía no hay un sistema de negociación, esta tarea resulta muy difícil. El mensaje circula y hemos escuchado que se podría llegar a pasar a un euro y medio mensual. No obstante, estimamos que sigue siendo un monto insuficiente y que sería conveniente hacer un estudio pormenorizado de esta cuestión. También recibimos reclamos con respecto a las horas extraordinarias y por material que no se entrega, por ejemplo, botas para las personas que trabajan en los pantanos.

¿Llevan a cabo acciones en común con otros sindicatos?

En marzo de 2007 creamos la ITR (Intersindical de Trabajadores de Rwanda), organización que agrupa la Asociación de Sindicatos Cristianos, el Congreso de Trabajo y Fraternidad y la Confederación Rwandesa Independiente de Sindicatos y Asociaciones de Trabajadores. La única que por el momento no quiere adherirse a esta intersindical es la CESTRAR (Central de Sindicatos de Trabajadores de Rwanda).

¿Cómo reacciona el mundo empresarial ante el movimiento sindical?

Hemos llevado a cabo elecciones de delegados en las empresas y la mayoría de los empleadores no querían que lo hiciéramos. ¡Tienen miedo del poder que podrían llegar a tener esos delegados! Sin embargo, desde 2002, año en que Rwanda ratificó la Constitución y los convenios fundamentales de la OIT donde están englobados el derecho de sindicación y de libertad de expresión, se han ido viendo progresos. Antes la gente tenía miedo de pronunciar la palabra sindicato. Ahora se le da mayor difusión a los sindicatos en los medios informativos. A partir del año que viene, dentro del marco de un programa de cooperación con la central sindical belga CSCBelgique (Confederación de Sindicatos Cristianos), financiado por la Dirección de la Cooperación al Desarrollo de Bélgica, dispondremos de una ayuda para formación durante seis años. Gracias a ello, tendremos mejores dirigentes y nuestros militantes tendrán mejor capacitación.

¿Qué sucede con el derecho de huelga?

El derecho de huelga está reconocido en la Constitución pero es evidente que hay cierta distancia entre la letra y la práctica... Para que se autorice una huelga se deben cumplir previamente una serie de requisitos y, además, a menudo se considera que una huelga es sinónimo de alteración del orden público. Nuestro país quedó traumatizado por el genocidio de 1994... Ponemos el acento en la movilización y la negociación.

Entrevista realizada por Bruno Brioni

Léase también la entrevista En primer plano a Eric Manzi (CESTRAR-Rwanda), titulada “Guarderías sindicales para ayudar a las trabajadoras agrícolas del sector informal”, en la siguiente dirección


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