Organizaciones sindicales mundiales reclaman rendición de cuentas y democracia en el Banco Mundial y el FMI

Teniendo como telón de fondo una intensa atención de los medios informativos en torno a Paul Wolfowitz, Presidente del Banco Mundial, la CSI reiteró en el día de la fecha su reclamo ...

Bruselas, 17 de abril de 2007: Teniendo como telón de fondo una intensa atención de los medios informativos en torno a Paul Wolfowitz, Presidente del Banco Mundial, la CSI reiteró en el día de la fecha su reclamo de una adecuada transparencia y democracia en el Banco Mundial y en el Fondo Monetario Internacional. Ambas instituciones están haciendo frente a una crisis de legitimidad y deben responder mejorando su rendición de cuentas a los países miembros y clientes y al público en general, como así también cambiando el punto de mira de sus políticas y actividades a fin de corregir las graves falencias que hay en la economía mundial.

“El mismo FMI ha reconocido que las trabajadoras y trabajadores están recibiendo una porción cada vez menor del pastel económico mundial y que, a menos que se cambie drásticamente el rumbo de la mundialización, la desigualdad, la inseguridad y las prácticas comerciales insostenibles no harán sino empeorar. Estas dos grandes instituciones financieras internacionales deben hacer frente como es debido a esta realidad y cambiar su orientación”, dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI.

El movimiento sindical internacional estima que gracias al valor del Banco Mundial en la economía mundial se debería poder conseguir altas normas laborales, sociales y medioambientales, que se determinen y apliquen mediante procesos transparentes y a través de estrecha consulta con los gobiernos, los sindicatos, otras organizaciones de la sociedad civil y el público en general. Con respecto a las normas laborales, el Banco debería seguir el ejemplo de la Corporación Financiera Internacional, su sección destinada al sector privado, y poner en práctica su compromiso declarado de incorporar las normas fundamentales del trabajo a sus criterios de préstamo.

Por su parte, el FMI debe, en particular, responder al desafío de combatir las inversiones especulativas. Su propio Informe mundial sobre la estabilidad financiera, dado a conocer al público el martes, respalda la opinión sindical de que las compras de empresas con fondos tomados en préstamo en las que intervienen fondos privados de inversión en acciones y fondos de inversión de alto riesgo pueden tener graves consecuencias económicas. El movimiento sindical internacional y una creciente cantidad de gobiernos están muy preocupados por las actividades de muchos de esos fondos que “compran, despojan y venden”, lo que tiene terribles efectos sobre las fuerzas laborales de las empresas en cuestión, como así también sobre la estabilidad general de los mercados nacionales e internacionales. Es necesario que en el FMI se elabore rápidamente un marco de reglamentación internacionalmente acordado y todos los gobiernos nacionales deben desempeñar la parte que les corresponde para ponerlo en práctica.

“Tanto el Banco como el Fondo se han comprometido a combatir la pobreza mundial. Tienen que cumplir lo prometido y los gobiernos deben velar para que así sea”, dijo Ryder.

La CSI, fundada el 1 de noviembre de 2006, representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 304 afiliadas nacionales.

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