Declaración de Sharan Burrow desde Estambul

He venido a Estambul para participar en la mayor concentración del Primero de Mayo en Europa, para unirme a las celebraciones y para apoyar la determinación de los sindicatos turcos en su lucha por la aplicación legislativa de los derechos laborales.

Los trabajadores habían planeado reunirse en la Plaza Taksim, lugar solemne de la lucha desde el año 1977, donde la gente aclama y recuerda a las personas que fueron asesinadas a tiros allí mismo aquel año, cuando celebraban el Primero de Mayo.

Pero este año el Gobierno turco ha demostrado que la democracia no es auténtica, decididos como estaban a impedir que los trabajadores se reunieran en la Plaza Taksim.

Miles de policías antidisturbios, el ejército y las Fuerzas Especiales cubrieron las calles. Se han utilizado gases lacrimógenos, pulverizadores de pimienta y cañones de agua para dispersar a grupos de apenas tres o cuatro personas.

Se están utilizando además dispositivos de interferencia para bloquear los teléfonos móviles de forma que la gente no pueda utilizar Twitter ni enviar mensajes de texto para concertar lugares de reunión.

Dos de nuestras oficinas sindicales centrales están asediadas con trabajadores heridos en su interior.

Esto es una amenaza a la democracia.

El legado de la opresión vivida hoy permanecerá durante mucho tiempo en los corazones y mentes de los trabajadores. El Gobierno turco ha quedado en evidencia ante el mundo entero. Esta brutal campaña para impedir que nuestros compañeros y compañeras celebren el Primero de Mayo ha dejado al descubierto la verdadera cara del Gobierno turco.

No puede tolerarse semejante comportamiento por parte de un país que en 2015 asumirá el liderazgo del G20.

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