En una carta al presidente de ese comité, la CSI reconoce los avances realizados en el sector público, pero expresó su grave preocupación porque los empleadores, esencialmente empresas de propiedad estatal, no han reintegrado a muchos trabajadores despedidos injustificadamente, o bien solamente los han vuelto a contratar bajo condiciones totalmente inaceptables. Los muy raros dirigentes sindicales reintegrados a su empleo tuvieron que aceptar no llevar a cabo ninguna actividad sindical más.
“Es hora de que el comité redoble esfuerzos y tome todas las medidas necesarias con el fin de obtener la reintegración de la totalidad de trabajadores despedidos ilegalmente para la reunión de marzo de 2012 del Consejo de Administración”, afirmó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. “También es inaceptable que muchos de los trabajadores que han sido reintegrados hayan sido transferidos a puestos inferiores o que, en muchos casos, se hayan visto obligados a acatar condiciones inaceptables”, agregó.
Además, la CSI señala que muchos sindicalistas siguen encontrándose ante la posibilidad de enfrentar un juicio penal por haber participado el año pasado en huelgas y manifestaciones.