El día de ayer, ciento cincuenta trabajadores en huelga en la planta siderúrgica Hercules, en Kutaisi, Georgia, fueron obligados por la fuerza a poner fin a la huelga y reanudar actividades tras el inesperado ataque de una aplastante fuerza policial. Una flota de cincuenta vehículos policiales, encabezada por el gobernador local, arremetió contra los huelguistas y detuvo a más de 40 de ellos durante varias horas. Posteriormente, miembros de la dirección de la empresa se presentaron en las viviendas de los trabajadores para amenazarlos, y la policía hizo firmar a varios trabajadores más declaraciones afirmando que iban a volver a trabajar.