Cinco meses después de que grupos ecologistas reclamasen a Apple la eliminación de compuestos químicos tóxicos, incluyendo el benceno y el n-hexano, de sus proveedores en China, la multinacional de alta tecnología ha anunciado su decisión de “prohibir expresamente el uso de benceno y n-hexano” en 22 instalaciones de montaje final de sus proveedores, que emplean a cerca de 500.000 trabajadores y trabajadoras.