Hablaba así al dirigirse a los 2.600 delegados y visitantes de la 26ª Convención Constitucional del CLC que se celebró en Vancouver esta semana.
Jim Sinclair, Presidente de la BC Federation of Labour, hizo hincapié en la necesidad que tiene la mano de obra de pedir cuentas a los Gobiernos y corporaciones para abordar el tema de la salud y la seguridad de los trabajadores. Mencionó el fallecimiento reciente de dos trabajadores de la construcción, uno de ellos en el centro de convenciones.
El sistema económico no funciona para los trabajadores y trabajadoras de Canadá. El mensaje fue alto y claro cuando la Comisión de Política Económica y Social presentó su informe a la Convención del CLC. El informe muestra que la economía no ha conseguido proporcionar buenos empleos, mejores niveles de vida, lugares de trabajo decente ni sociedades equitativas e inclusivas. La sesión aprobó una serie de resoluciones que establecen componentes fundamentales clave de un nuevo modelo económico, proponiendo la visión de la mano de obra para una economía mucho más democrática y una sociedad más justa.
El martes 10 de mayo, Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, se dirigió a la Convención del CLC. “Este es un momento crítico. Tenemos que luchar por los empleos. Debemos construir un nuevo internacionalismo. Quizás la crisis financiera haya concluido para los banqueros, pero no para los trabajadores”, insistió Burrow. “Tenemos que defendernos al tiempo que millones de trabajadores y trabajadoras jóvenes buscan puestos de trabajo decente. Hoy en día un 60% de la mano de obra no tiene un empleo sólido sino precario”, añadió.
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