Strauss-Kahn del FMI respalda el análisis de la CSI sobre la tendencia mundial del desempleo y la desigualdad

Al tiempo que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los Ministros de Finanzas del G20 se reúnen este fin de semana para discutir el estado de la economía mundial y las prioridades para la cooperación al desarrollo, el movimiento sindical internacional está solicitando a las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) que cambien las direcciones de sus políticas y que presten tanta atención al déficit de empleo como le prestan al déficit fiscal, por medio de la adopción de medidas coordinadas para apoyar la creación de puestos de trabajo así como la educación y la formación profesional.

En paralelo a estas reuniones, la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, participó el miércoles en un debate en Washington con el Director Gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, para expresar las opiniones de los sindicatos con relación a la responsabilidad de las IFI de adoptar unos programas de recuperación económica que sean consistentes con un modelo de desarrollo y crecimiento más equitativo y sostenible.

Haciendo hincapié en el fracaso de los países del G20 a la hora de reducir el número de desempleados, cifra que alcanza en estos momentos el máximo jamás registrado, Burrow dijo: “El G20 debe marcar en 2011 el momento determinante en el que las cosas empiecen a cambiar, de lo contrario el mundo percibirá otro fracaso más en la gobernanza mundial.” Burrow retó al G20 y a todos los países miembros del FMI a incorporar metas de empleo en sus programas económicos nacionales y a trabajar en el establecimiento de un piso de protección social global, para lo cual invitó al FMI y a la OIT a que desarrollen conjuntamente unos mecanismos de financiación sostenibles.

Burrow instó también al FMI a reconocer “el creciente impulso político a favor de las tasas sobre las transacciones financieras” y a apoyar las TTF de manera que el sector financiero aporte una contribución a las rentas públicas “que se ajuste a los costos que impone cada vez que provoca una crisis en la economía productiva real.”
Discurso de Burrow

En el debate, Strauss-Kahn observó los índices récord de desempleo y desigualdad y declaró: “Igual que en la década de los 80 conseguimos dominar la inflación, esta ha de ser la década en la que se vuelva a tomar en serio el empleo pleno.” Para combatir la creciente desigualdad, Strauss-Kahn hizo hincapié en la importancia de unos “sistemas de seguridad social fuertes, combinados con un régimen tributario progresivo, (...) inversión en sanidad y educación, y derechos de negociación colectiva (...) sobre todo en un entorno de estancamiento de los salarios reales.” Habló del trabajo conjunto que el FMI llevó a cabo con la OIT el año pasado y dijo que “el empleo y la igualdad son los cimientos de la estabilidad y la prosperidad”, que se sitúan en “el núcleo del mandato del FMI.”
Discurso de Strauss-Kahn

La declaración de la Agrupación Global Unions a las reuniones de primavera del FMI/BM, así como la reunión de los Ministros de Finanzas del G20, presenta recomendaciones específicas de los sindicatos sobre cómo las IFI pueden empezar a adoptar un nuevo enfoque para lograr un crecimiento más equitativo y sostenible. En este modelo, los trabajadores, pensionistas y los desempleados – las principales víctimas de la crisis económica y financiera mundial – no tienen que cargar desproporcionadamente con el peso de los planes nacionales de “consolidación fiscal”. Estos planes sólo deberían aplicarse cuando la recuperación nacional esté bien en camino y no deberían centrarse exageradamente en las reducciones de gastos, como ha sido el caso en muchos países, sino incluir medidas fiscales que tengan el mínimo impacto en las tasas de empleo y contribuyan a reducir la desigualdad. Deberían incluir nuevas fuentes de ingresos, en particular unas tasas sobre las transacciones financieras, que aseguren por vez primera unas contribuciones sustanciales por parte del sector financiero para resolver la crisis económica y fiscal que éste ha provocado. La publicación de Oxfam, el pasado miércoles, de las firmas de mil economistas de todo el mundo es señal de un impulso mundial a favor de la adopción de este tipo de tasa para la financiación de la creación de empleo, los objetivos de desarrollo y los compromisos financieros para con el clima.

Es preciso que se desarrollen unos sistemas de protección social más robustos para mitigar los impactos del continuado déficit del empleo, y el Banco Mundial y el FMI deberían colaborar con la iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo, aprobada por todo el sistema de la ONU, de establecer un piso de protección social global. Para lograr un crecimiento equitativo y sostenible, las IFI deben actuar de manera responsable para proteger los servicios públicos de calidad, vitales para el desarrollo de las sociedades, como la educación y la atención médica. Por otra parte, las IFI deben asegurarse de que sus operaciones cumplan con las normas fundamentales del trabajo y que contribuyan a los esfuerzos para lograr la capacidad de recuperación climática y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.