Los sindicatos coreanos prevén acciones nacionales al tiempo que el Gobierno de Park se enfrenta al rechazo de la opinión pública

La central sindical nacional coreana KCTU ha anunciado planes de convocar una huelga general el 30 de noviembre para protestar contra las políticas laborales del Gobierno, al tiempo que aumenta la oposición contra la asediada Presidenta Park Guen-hye. La otra principal central nacional, la FKTU, tiene previsto organizar una manifestación nacional el 19 de noviembre.

Cientos de miles de personas salieron a la calle el 12 de noviembre reclamando la dimisión de Park, cuya presidencia se está viendo amenazada por alegaciones de corrupción que incluyen pagos ilícitos por parte de conglomerados industriales coreanos (los denominados “chaebols”), entre ellos el escándalo protagonizado por Samsung. El Parlamento nacional ha designado un fiscal especial para investigar dichas alegaciones. Samsung y otros grandes choebols, que recurren a prácticas de gobernanza opacas y rezuman nepotismo, están siendo objeto de intensas investigaciones, inclusive por sus relaciones encubiertas con el entorno de Park.

El mandato de Park ha estado marcado por una represión agresiva de los sindicatos. El Presidente del KCTU, Han Sang-Gyun, ha estado encarcelado durante cinco años en el Centro de Detención de Seúl por haber ayudado a organizar manifestaciones públicas. Han, que es uno de los veinte líderes sindicales que se encuentran actualmente en prisión, se reunió con una delegación de representantes de sindicatos mundiales que estuvo presente en Seúl durante la manifestación del fin de semana.

“La represión de las actividades sindicales legítimas por parte del Gobierno de Park está teniendo terribles consecuencias para los trabajadores y trabajadoras coreanos. Los trabajadores se están viendo obligados a hacer cerca de un centenar de horas extraordinarias al mes, y se les amenaza con el despido si no obedecen. Los empleadores despiden con frecuencia a los trabajadores que intentan afiliarse a un sindicato. En muchas empresas, las normas de salud y seguridad son deplorables, el acoso sexual es moneda corriente y los trabajadores son amenazados por sus jefes con un desprecio total”, ha expresado Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

Las empresas coreanas como Samsung y LG son famosas por su oposición a los sindicatos en sus cadenas de suministro, y las empresas de los proveedores están sometidas a un estricto control para detectar cualquier indicio de sindicalización por parte de los trabajadores y trabajadoras. Los proveedores saben que, si se llega a establecer un sindicato, su empresa quedará excluida de la cadena de suministro. Hyundai también está implicada en prácticas antisindicales en las empresas de sus proveedores.