El Secretario General Adjunto de la CSI, Jaap Wienen, se sumó al Secretario General de la CES, Luca Visentini y a los representantes de sus afiliadas nacionales, DISK y KESK, que habían organizado, conjuntamente con otras organizaciones, la manifestación por la paz el pasado mes de octubre. Dos bombas estallaron durante la manifestación, y se criticó duramente a las autoridades turcas por haber obstaculizado las labores de rescate tras producirse la explosión, además de utilizar gases lacrimógenos contra las víctimas y aquellos que intentaban prestarles los primeros auxilios.
“El Gobierno turco se está comportando como los dictadores del pasado, recurriendo a la amenaza del terrorismo como excusa para limitar la libertad de expresión y de prensa, y los derechos de los trabajadores y trabajadoras de Turquía a la libertad sindical. Los trabajadores turcos se merecen algo mejor – merecen respeto y protección, y pueden contar con el apoyo de los sindicatos del todo el mundo”, declaró Wienen.
Wienen y Visentini, así como dirigentes sindicales locales, participaron hoy en una protesta frente a la prisión donde permanecen retenidos Can Dündar y Erdem Gül, dos destacados periodistas del diario Cumhuriyet. Los dos podrían ser condenados a cadena perpetua por haber informado sobre la implicación de Turquía en Siria. Turquía tiene uno de los peores historiales del mundo en cuanto a la persecución y el encarcelamiento de periodistas.