Dos de los 28 trabajadores del OOPS que están en huelga de hambre desde hace 30 días tuvieron que ser ingresados en el hospital este lunes, mientras miles de personas se manifestaban en Ramallah en apoyo a su causa.

Los huelguistas reclaman que los sueldos de los empleados de Cisjordania asciendan al nivel salarial del personal del OOPS que trabaja en las otras cincos áreas de operación. Y reclaman también el levantamiento de una prohibición que impide contratar a cualquier persona que haya estado encarcelada en Israel – una prohibición que afecta a un gran número de palestinos, inclusive a personas que habrían sido encarceladas sin cargos.

En los 19 campos de refugiados de Cisjordania hay aproximadamente 4.400 palestinos trabajando, proporcionando atención sanitaria, educación y otros servicios durante una severa crisis económica donde la tasa de desempleo afecta al 20% de la población.

“Justo ahora que se han iniciado negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo sobre una solución de dos Estados en Oriente Medio, es profundamente lamentable que determinados Gobiernos donantes parezcan estar retirándose de la misión humanitaria vital del OOPS por razones políticas o debido a recortes en los presupuestos para la ayuda. Les pedimos que ayuden a afrontar el déficit financiero del OOPS, y solicitamos al OOPS que se siente a negociar para resolver esta huelga en lugar de insistir en que la huelga tiene que finalizar antes de que se puedan iniciar negociaciones”, ha declarado Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

La semana pasada Burrow entabló conversaciones sobre esta cuestión con representantes de alto nivel de la ONU en Davos. Al tiempo que entregaba una carta de la central sindical palestina PGFTU, Burrow propuso que los donantes existentes presentaran compromisos de financiación como medida provisional, mientras prosiguen los esfuerzos para restablecer el nivel de financiación anterior y para encontrar nuevos donantes.