Bangladesh: duras críticas a las marcas de ropa por su despiadada indiferencia

La CSI reaccionó con indignación a la persistente negativa de las marcas mundiales de prendas de vestir a inscribirse en un plan de seguridad en el lugar de trabajo respaldado por los sindicatos en Bangladesh.

La propuesta de acuerdo fue elaborada por sindicatos y ONG que defienden los derechos de los trabajadores y las trabajadoras y se presentó a empresas como Wal-Mart, GAP y H&M en 2011. Cuando se les propuso de nuevo tras el incendio de la fábrica Tazreen, en el que murieron 122 trabajadores/as el pasado mes de noviembre, las empresas tampoco concluyeron un acuerdo, quejándose de que les costaría demasiado y sería jurídicamente vinculante.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, señaló: “Estas grandes empresas internacionales siguen mostrando una despiadada indiferencia hacia la vida de los miles de hombres y mujeres que trabajan duramente para sus contratistas y subcontratistas en Bangladesh. En los meses transcurridos desde la tragedia de Tazreen ha habido otras decenas de incendios más de este tipo de fábricas, y ahora son cientos de trabajadoras y trabajadores los que han muerto en Rana Plaza a causa del derrumbamiento del edificio que se produjo esta semana. ¿Cuántos hombres y mujeres más tendrán que sacrificar su vida para que las empresas obtengan sus ganancias antes de que los grandes empresarios del sector finalmente muestren interés?”

Las multinacionales de la confección siempre han preferido confiar en desacreditadas “auditorías” de las fábricas financiadas por las propias empresas, las que a menudo no son sino meros ejercicios de relaciones públicas. El 23 de abril, el informe "Responsability Outsourced", publicado por la central sindical estadounidense AFL-CIO, reveló el fracaso absoluto de los principales programas de auditoría social para proteger la vida de los trabajadores y garantizar normas tan básicas como la protección de la salud y de la seguridad así como el derecho a afiliarse a un sindicato.

En uno de los peores ejemplos, la fábrica de Ali Enterprises en Pakistán fue certificada por uno de los principales grupos empresariales de responsabilidad social, la Social Accountability International, solamente semanas antes de que 300 trabajadoras y trabajadores murieran en un incendio en 2012.

“El Gobierno de Bangladesh debe asumir su responsabilidad de proteger a las personas contra la explotación, garantizar lugares de trabajo seguros y apoyar a los trabajadores y las trabajadoras que deseen afiliarse a un sindicato. Sin embargo, las presiones comerciales de las multinacionales que tratan permanentemente de reducir los costos, ahorran en lo esencial y aceleran los tiempos de producción también son responsables. Los trabajadores no querían entrar en el edificio Rana Plaza esta semana, pero al carecer de sindicato, los jefes de las empresas pudieron obligarlos a entrar en una verdadera trampa mortal”, afirmó Sharan Burrow.

Amirul Haque Amin, Presidente de la National Garment Workers Federation en Bangladesh, declaró sin ambages “Debe ponerse fin a esta negligencia. Las muertes de estos trabajadores podrían haberse evitado si las corporaciones multinacionales, los gobiernos y los propietarios de la fábrica se tomaran en serio la protección de los trabajadores”.

Las últimas cifras sobre el desastre de Rana Plaza a disposición de la CSI para el 26 de abril arrojan:

397 muertos confirmados

2.044 personas rescatadas, más de 1.000 de ellas heridas

1.000 personas en paradero desconocido, o todavía atrapadas dentro de los restos de hormigón.

Véase también:

“Responsibility Outsourced”

Artículos de IndustriAll

http://www.industriall-union.org/european-brands-agree-to-compensate-tazreen-victims