El dictamen se produce tras la detención, el 29 de octubre, de Daniel Urai, Presidente de la central sindical nacional FTUC, y de Felix Anthony, Secretario General de la organización, el 5 de noviembre. Los representantes de los trabajadores también han sido sometidos a una campaña de acoso, intimidación y maltrato físico.
“Los gobernantes militares de Fiji están convirtiendo el país en una dictadura totalitaria y parecen decididos a acabar con los sindicatos como parte de su estrategia para aplastar toda disconformidad y eliminar la voz legítima de la sociedad civil”, declara la Secretaria General de la CSI Sharan Burrow. “Los gobernantes deben abandonar este camino destructivo y permitir que Fiji vuelva a la democracia”.
Las detenciones de Urai y Anthony, así como la prohibición de viajar que se les ha impuesto, han sido vinculadas a la oposición sindical a un reciente “decreto sobre servicios esenciales” que elimina el derecho a la representación sindical para una parte importante de la mano de obra de Fiji. El decreto, redactado para el régimen militar por un bufete de abogados estadounidense, elimina los derechos de negociación colectiva para muchos trabajadores, impone duras restricciones a los puestos electos de dirección sindical y suprime el derecho de huelga y el salario mínimo para todos los sectores que abarca.
“La CSI y sus asociados sindicales internacionales van a redoblar la acción contra el plan de la Junta de Fiji de eliminar los derechos de los trabajadores, y están apelando a todos los Gobiernos para que presionen al máximo a los gobernantes militares”, ha afirmado Burrow.
El Australian Council of Trade Unions y el grupo nacional de empleadores ACCI han condenado conjuntamente las actuaciones de la Junta, y los representantes sindicales en la reunión del Consejo de Administración de la OIT de esta semana han hecho pública una dura condena a través del Grupo de Trabajadores de la OIT