Cada 15 segundos muere un trabajador por negligencia del empleador

photo: Photo: Benedict Evans for Human Rights Watch

Al tiempo que se llevan a cabo en todo el mundo ceremonias con ocasión del Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos, la CSI ha advertido a los empleadores negligentes de las consecuencias que supone poner en peligro la vida de los trabajadores y trabajadoras. Cada 15 segundos muere en el mundo un trabajador a causa de accidentes o enfermedades laborales.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha dicho: “Más de dos millones de trabajadores mueren innecesariamente cada año porque tienen que trabajar en lugares polvorientos, sucios y peligrosos. Los riesgos son tan evidentes como evitables, ya se trate de caídas desde alturas, de cargas de trabajo excesivas o de exposición a sustancias químicas. Cada una de las muertes representa la incapacidad del empleador para actuar como debiera”.

Los cánceres relacionados con el trabajo matan a nivel mundial a un ritmo de un trabajador por minuto, dice Burrow. “Pero la presión de los intereses corporativos hace que incluso el asbesto, uno de los peores asesinos industriales, sólo esté prohibido en una minoría de países. Eso no es actividad empresarial legítima – eso es comportamiento criminal”.

Los sindicatos de más de 70 países conmemoran el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos reivindicando “leyes firmes, aplicación estricta y sindicatos fuertes” como la única manera de detener esta matanza en el trabajo.

Según Burrow, “numerosos estudios han demostrado que la presencia de sindicatos en el lugar de trabajo tiene un efecto positivo fuerte para la salud de la mano de obra y para la economía. En combinación con una aplicación efectiva, la participación activa en los lugares de trabajo permite que éstos sean más seguros y más saludables. Las empresas responsables lo saben y se benefician de ello – en términos de retención de personal valioso y formado, de reducción de gastos y de mayor productividad. Pero sigue habiendo Gobiernos que quieren eliminar “cargas normativas” debilitando la legislación laboral y los requisitos en materia de seguridad, poniendo de este modo en peligro la vida de los trabajadores y comprometiendo además las ganancias de productividad relacionadas con la seguridad. Las economías mejor reguladas suelen ser las más seguras y las más prósperas”.

El escrutinio público de las corporaciones y de sus máximos directivos es actualmente más alto que nunca, y seguirá aumentando, lo que quiere decir que las empresas que intenten ocultar un trabajo sucio y peligroso en sus cadenas de suministro no deberán sorprenderse de que su reputación se vea tarde o temprano dañada. La represión de la libertad de prensa y el control de las redes sociales, evidente en un número de países cada vez mayor, no consiguen impedir que el mundo entero tenga noticia de las trágicas consecuencias que produce la negligencia de determinadas empresas y su desprecio por la vida de los trabajadores.

“En casos como la catástrofe de la fábrica textil de Rana Plaza y la explosión de la plataforma petrolífera de Deepwater Horizon, las firmas internacionales responsables han estado sujetas a una nivel de escrutinio público y de crítica sostenida sin precedentes”, indica Burrow. “La pena de cárcel a la que ha sido condenado este mes el ex Director General de Massey Energy, Don Blankenship, por la muerte de 29 mineros en una explosión que se produjo en una mina de carbón en EE.UU., nos recuerda que la sala de juntas quizás haya dejado de ser un refugio seguro para los directivos irresponsables. Los sindicatos preferirían ver lugares de trabajo seguros y saludables que un empleador irresponsable entre rejas, pero si los trabajadores no disponen de medidas de prevención, tratarán por todos los medios de que se haga justicia. El derecho a volver sano y salvo a casa del trabajo, y a vivir una vida plena sin tener que padecer enfermedades laborales, es una campaña permanente para los sindicatos del mundo entero”.

Para más información:

Cada año se producen en el mundo más de 2,3 millones de muertes relacionadas con el trabajo, lo que supone más de 6.000 muertes al día y una muerte cada 15 segundos.

Se calcula que 660.000 trabajadores mueren cada año de cáncer relacionado con el trabajo, es decir que más de un trabajador muere cada minuto.

Los estudios académicos han corroborado el importante efecto que tienen los sindicatos en la seguridad.

Un estudio de 2013 confirma que la presencia de sindicatos tiene un fuerte efecto positivo en la salud de los trabajadores y la economía. Maureen F Dollard y Daniel Y Neser: “Worker health is good for the economy: Union density and psychosocial safety climate as determinants of country differences in worker health and productivity in 31 European countries” (La salud de los trabajadores es buena para la economía: densidad sindical y clima de seguridad psicosocial como determinantes de las diferencias nacionales en términos de salud de los trabajadores y de productividad en 31 países europeos). Social Science & Medicine, volumen 92, páginas 114–123, septiembre de 2013.

El 6 de abril de 2016, un tribunal federal de EE.UU. condenó a un año de cárcel y a una multa de 250.000 USD a Donald L Blankenship, ex director ejecutivo de la empresa Massey Energy Company, conocido en el pasado como el “Rey del Carbón”, que será inmediatamente encarcelado, independientemente de un recurso pendiente.