Siria: las potencias mundiales deberían tomar medidas para restablecer la paz

La comunidad internacional, y en particular los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, deben asumir la responsabilidad de contribuir a detener el conflicto armado y restaurar la paz en Siria, donde el número de desplazados internos asciende a 7 millones, la cifra de refugiados fuera del país es de 4 millones y el número de muertos, en su mayoría civiles inocentes, supera los 200.000.

En respuesta a la indignación pública por los casos de tortura y asesinato de niños que perpetró en Daraa hace cuatro años, el régimen de Assad desató una campaña de violencia extrema contra los oponentes pacíficos. Los grupos extremistas, respaldados por la financiación de países del Golfo, se aprovecharon de la guerra del régimen contra los ciudadanos para poner en marcha sus propias campañas de terror, como resultado de lo cual grandes zonas del país se encuentran actualmente bajo el control de grupos terroristas fundamentalistas. Entre ellos está el denominado Estado Islámico, que recibió financiación de los Estados del Golfo y ahora sufraga sus actividades mediante la trata de esclavos, la extorsión, el contrabando y el comercio ilícito de petróleo, incluyendo el suministro de petróleo al propio régimen de Assad.

El pueblo sirio está siendo víctima de una violencia indiscriminada por parte del régimen y de grupos yihadistas, que no dudan en hacer uso de armas químicas y de las famosas “bombas de barriles” arrojadas desde helicópteros del ejército sobre zonas civiles.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha expresado: “El mundo debe respaldar al pueblo sirio y apoyar a los moderados, como son los increíblemente valientes ‘cascos blancos’ que diariamente ponen en peligro su vida para salvar la vida de otros. Las principales potencias mundiales, y en especial los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, tienen que trabajar juntos por la paz y evitar el riesgo de un conflicto mayor y más intenso con consecuencias aún peores para los sirios y la región en general. Hacemos un llamamiento a todas las naciones para que reciban a los refugiados, les proporcionen protección social y les otorguen el derecho a trabajar”.

La CSI ha desestimado como falsos los informes de la agencia de prensa del Estado sirio según los cuales habría participado de alguna manera en una conferencia patrocinada por el dirigente sirio Bashir al-Assad, celebrada recientemente en Damasco. “La CSI defiende los principios fundamentales de la paz, la libertad y los derechos humanos. Parece que el régimen sirio – por accidente o a propósito – ha confundido a la CSI con la Federación Sindical Mundial que sí que participó en la conferencia, fiel a su historial de alianzas con dictadores y regímenes opresivos en lugar de dedicarse a la defensa de los valores compartidos y el compromiso con las libertades y los derechos democráticos que son fuente de inspiración para los sindicatos del mundo entero”, añadió Burrow.