El 3er Congreso Mundial de la CSI da comienzo en Berlín

Flautas, tambores y bailes abrieron la reunión de la mayor organización democrática del mundo en Berlín.

Más de 1.500 sindicalistas de 161 países se congregaron en el Berlin City Cube el domingo para la ceremonia de apertura del 3er Congreso Mundial de la Confederación Sindical Internacional.

Actuaron como anfitriones dos jóvenes dirigentes sindicales, Florian Haggenmuller y Debora Aleo. Durante la sesión de apertura pronunciaron discursos el Presidente de la CSI, Michael Sommer; el Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier; la Administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark; y el futbolista profesional Abdes Ouaddou.

El Sr. Steinmeier afirmó que la desigualdad es una amenaza a la seguridad y el contrapeso son unos sindicatos fuertes, mientras que la Sra. Clark dijo a la audiencia a través de un mensaje vídeo que los sindicatos resultan indispensables en la lucha por un mundo justo.

Se respiraba un ambiente festivo, salvo por las condolencias generalizadas extendidas a las familias de los más de 270 mineros turcos que perdieron la vida en un accidente ocurrido en Soma el pasado martes.

La Secretaria General de la CSI describió el Congreso como “el parlamento mundial de los trabajadores” cuyo objetivo es “reforzar el poder de los trabajadores y trabajadoras y controlar el poder coporativo”.

Según la Encuesta Mundial 2014 de la CSI, el 84 por ciento de los encuestados afirmaron que los ‘ciudadanos comunes’ no tienen suficiente influencia en la toma de decisiones. Esta encuesta, realizada en 14 países cuya población combinada asciende a 3.700 millones de personas, mostró que:

• 68 por ciento piensan que su gobierno fracasado en lo relativo a la lucha contra el desempleo.

• Cuatro de cada cinco personas (78 por ciento) consideran que el sistema económico favorece a los más ricos, en lugar de ser justo para la mayoría.

• Más de la mitad de la población piensa que la situación económica de su país es mala.

El Sr. Sommer, presidente de la CSI, dijo que “queremos una gobernanza global que respete la dignidad de la persona y la dignidad del trabajo”, y describió las medidas de austeridad adoptadas tras la crisis financiera mundial como “la receta equivocada en respuesta a un diagnóstico erróneo”.

El Sr. Ouaddou puso un rostro a los derechos de los trabajadores. El futbolista marroquí jugaba como profesional en Qatar cuando su club se negó a cumplir los términos de su contrato. Cuando intentó presentar una queja al respecto fue intimidado y le impidieron que abandonase el país.

“Un Qatar sin sindicatos es un lugar muy malo para trabajar. Todos los trabajadores y trabajadoras tienen que tener derecho a afiliarse a un sindicato si así lo desean”, afirmó el Sr. Ouaddou.

“Como antiguo capitán de la selección de mi país, soy consciente de la importancia que tienen el liderazgo, el trabajo en equipo y la solidaridad. Me he dado cuenta de que esos valores están firmemente anclados en el movimiento sindical democrático que representa la CSI”.

El Congreso se centra en “Reforzar el poder de los trabajadores y trabajadoras” y concluirá el viernes próximo.

La CSI representa a 325 centrales sindicales nacionales, y constituye la mayor organización democrática del mundo.