El G20 reconoce que la desigualdad es un riesgo para el crecimiento – el L20 insta a establecer planes de acción nacionales sobre empleo y salarios

photo: Photo: G20Turkey

En la Cumbre de Antalya los Líderes del G20 reconocieron que la reducción de la desigualdad, la creación de puestos de trabajo y la garantía de inclusión son esenciales para generar una economía estable. La Cumbre se celebró con los actos terroristas, la huida de los refugiados y la amenaza de una mayor crisis económica como telón de fondo.

Por primera vez en la Declaración de los Líderes, el G20 reconoció que el aumento de la desigualdad es un riesgo importante para la “cohesión social - y nuestro objetivo es aumentar el crecimiento”. Asimismo, pidió a los “ministros de Finanzas, de Trabajo y Empleo revisar las estrategias de crecimiento y planes de empleo para fortalecer la acción contra la desigualdad”. Se comprometieron a la aplicación de las prioridades en materia de políticas del G20 sobre la participación de la renta del trabajo y las desigualdades, reconociendo la necesidad de fortalecer las instituciones del mercado de trabajo, el papel que desempeñan los salarios mínimos y la negociación colectiva. Sin embargo, estos compromisos carecerán de significado a menos que exista un compromiso nacional encaminado a poner en práctica las prioridades, advirtió la Cumbre sindical Labour 20 (L20).

Con un desempleo mundial que se mantiene un 30 por ciento por encima del nivel anterior a la crisis y previsiones según las cuales la brecha mundial en materia de empleo aumentará a 80 millones en 2018, a lo que se suma un mayor riesgo de recesión, es preciso tomar medidas a corto plazo para aumentar el crecimiento.
“El G20 no va por buen camino para cumplir con la meta de crecimiento adicional del 2 por ciento fijada el año pasado en Brisbane”, señaló John Evans, Secretario General de la TUAC-CSC. “Los Líderes hablaron de ‘políticas económicas racionales’, pero lo que se necesita es un estímulo a la inversión pública y a los salarios del 40 por ciento de los trabajadores que reciben los salarios más bajos. La OCDE, en la publicación de su más reciente Panorama Económico, una semana antes de la Cumbre del G20, ha pedido una ‘acción colectiva para incrementar la inversión pública’ en Europa. Sin embargo, esta acción debe ser seguida de una acción por parte de los gobiernos. El precio de la inacción es el riesgo de una recesión aún más grave”.

El L20 acogió con satisfacción la declaración sobre las personas refugiadas, ya que el mundo se enfrenta a la mayor crisis de refugiados que se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial, al igual que la referencia al clima.

“La atención se centra ahora en los Líderes que participarán en la COP21, cuya celebración tendrá lugar en dos semanas, para negociar un ambicioso y jurídicamente vinculante acuerdo que mantenga el aumento de la temperatura mundial a menos de 2 grados centígrados, cumpla la promesa de una financiación de 100 mil millones de USD para los países en desarrollo para 2020 y contenga un mecanismo de revisión obligatorio”, comentó Burrow.

La Cumbre del L20 en Antalya sentó las bases para la aportación en el ámbito sindical y social de la Presidencia china del G20 en 2016.

“El mundo necesita esperanza, y con un control del 85 por ciento de la economía mundial y la mayor parte de la población mundial, el G20 debe actuar con mayor coordinación y desarrollar estos compromisos en la Cumbre de China”, afirmó Sharan Burrow.

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