Violaciones de las normas fundamentales del trabajo en la India – Nuevo informe de la CSI

En un nuevo informe de la CSI se afirma que en la India siguen cometiéndose graves violaciones de todas las normas fundamentales del trabajo.

Bruselas, 23 de mayo de 2007: En un nuevo informe de la CSI se afirma que en la India siguen cometiéndose graves violaciones de todas las normas fundamentales del trabajo. Dicho informe se da a conocer en el día de la fecha coincidiendo con la revisión de la política comercial de la India que la OMC lleva a cabo los días 23 y 25 de mayo.

La India todavía no ha ratificado los convenios fundamentales de la OIT sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva. Aunque por ley los trabajadores tienen derecho de sindicalizarse, este derecho está sujeto a restricciones y muchas empresas tienen una actitud hostil hacia los sindicatos. Además, en la economía formal solamente está empleado el 10 por ciento de los trabajadores. Inclusive los trabajadores que están sindicalizados tienen que hacer frente a una gran reticencia de los empleadores a negociar convenios colectivos. Se ha producido un aumento del trabajo contratado, lo que ha debilitado aún más la posición de los sindicatos y el poder de negociación de los trabajadores. Se hacen muy poco para que se apliquen las leyes y los trámites judiciales siguen siendo largos y costosos.

En el informe se señala que aumentó la cantidad de zonas económicas especiales. Aunque en teoría los trabajadores tienen derecho de sindicación y de negociación colectiva, en la práctica se restringe muchísimo el ingreso a esas zonas, lo que dificulta enormemente las labores de sindicalización. Además, a menudo las leyes de los distintos estados diluyen en las zonas económicas especiales la fuerza de la legislación laboral central y algunos estados han tratado que se exceptúe a dichas zonas de la aplicación de las leyes laborales. La mayoría del personal de las zonas económicas especiales está compuesto por mujeres, que trabajan en sectores de producción destinada a la exportación como ropa, electrónica y programas de computadoras. Gran parte del personal trabaja con contratos temporeros.

Para debilitar todavía más la posición de los trabajadores y de sus sindicatos se han propuesto enmiendas a la ley sobre el trabajo contratado que aumentarían la cantidad de ámbitos donde se permite el trabajo contratado, con respecto a limpieza, recolección de residuos, seguridad, mantenimiento de maquinaria, tecnología de información, servicios de respaldo, construcción, zonas económicas especiales y unidades que exportan por lo menos el 75 por ciento de su producción. También se propone que, en caso de emergencia, el gobierno pertinente pueda disponer por simple notificación que cualquiera de las disposiciones de la ley no se apliquen a cualquier establecimiento o cualquier clase de contratistas durante el período que se desee.

En el informe se hace referencia asimismo a la creciente brecha salarial existente en la India entre los géneros debido a la reforma económica y a la liberalización comercial. Muchas empresas parecen haber reaccionado ante las presiones de la competencia manteniendo el nivel de los salarios masculinos pero no los de sus empleadas mujeres. Parecería entonces que los grupos de trabajadores que tienen poco poder de negociación y menor categoría en los lugares de trabajo tendrían menos capacidad para negociar condiciones de trabajo favorables y salarios más elevados. La falta de aplicación de las normas laborales que prohíben la discriminación basada en el sexo no hace sino profundizar esta creciente brecha salarial.

A pesar de los esfuerzos y de los programas llevados a cabo para combatir el trabajo infantil, el trabajo en condiciones de servidumbre y la situación de los dalits, muchísimas personas siguen estando en situaciones deplorables. Se estima que el trabajo de más de 1,3 millón de dalits sigue consistiendo en hurgar en la basura para recuperar lo que encuentran. Entre los dalits se encuentra la mayor parte de los trabajadores agrícolas, en condiciones de servidumbre o menores del país, que desempeñan las formas de trabajo más explotadoras.

Las cifras recopiladas con respecto al trabajo infantil han dado como resultado estimaciones que oscilan entre los 12 y los 115 millones de chicos que trabajan, lo que demuestra la falta de fiabilidad de la recopilación de datos. La mayoría de los menores trabajan en la agricultura, en industrias hogareñas de cultivo, manufactura y elaboración, en fábricas, trabajo doméstico y pequeñas actividades comerciales. Entre las peores formas de trabajo infantil están la minería, el tejido de alfombras, el pulido de gemas, la industria de la seda, la fabricación de ladrillos, la explotación sexual, el trabajado del cuero y la agricultura. Si bien se han hecho algunos progresos, sigue siendo escasa la aplicación de las leyes e insuficientes las sanciones.

Para ver el informe completo, favor de hacer clic aquí (en inglés)


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