Guatemala: prosigue la ola de violencia

Con el asesinato del dirigente sindical Enrique Linares, de la comunidad Río Chiquito, la violencia antisindical está llegando a un punto insostenible. El movimiento sindical nacional, regional e internacional ya no puede tolerar la violencia que se ha venido desatando desde el 4 de julio.

Enrique Linares luchaba contra los abusos de DEORSA, la empresa de transporte y abastecimiento de electricidad en Guatemala, y es otra víctima de la violencia antisindical y del plan de represión y de terror organizado por los sectores poderosos.

“Las autoridades guatemaltecas no pueden seguir mirando para otro lado”, dijo Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. “El Presidente Pérez Molina tiene que asumir su responsabilidad, investigar los asesinatos y poner fin a está situación de violencia e impunidad permanente que pone en peligro el Estado de Derecho”.

Es sumamente preocupante para el movimiento sindical internacional que, en el momento en que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) firma un protocolo según el cual la OIT trabajará estrechamente con el Ministerio Público y que la Fiscal General asegura que se velará por el cumplimiento de los derechos, sindicales y laborales, la CSI haya tenido que enviar al Presidente Pérez Molina cuatro cartas relacionadas con 2 atentados, una persona gravemente herida y 3 asesinatos de líderes sindicales, campesinos e indígenas.

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“Estamos dispuesto a emprender acciones de concientización y de presión a nivel internacional si la situación no cambia de manera significativa”, añadió Sharan Burrow.