Explotación generalizada en la industria textil de la India

Un estudio revela las lamentables condiciones laborales que padecen los trabajadores y trabajadoras de la industria textil orientada a la exportación del Sur de la India, equiparables al trabajo forzoso. El centro de investigaciones sobre multinacionales, Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO) y la ONG holandesa India Committee of the Netherlands (ICN) descubrieron que las mujeres y niñas que trabajan en las instalaciones de hilado de Tamil Nadu, algunas de apenas 15 años, son obligadas a trabajar muchas horas por un salario ínfimo.

Un estudio revela las lamentables condiciones laborales que padecen los trabajadores y trabajadoras de la industria textil orientada a la exportación del Sur de la India, equiparables al trabajo forzoso.

El centro de investigaciones sobre multinacionales, Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO) y la ONG holandesa India Committee of the Netherlands (ICN) sacan a la luz que las mujeres y niñas que trabajan en las instalaciones de hilado de Tamil Nadu, algunas de apenas 15 años, son obligadas a trabajar muchas horas por un salario ínfimo. Viven en residencias rudimentarias de la compañía y casi nunca se les permite dejar las instalaciones de la empresa.

Las instalaciones de hilado investigadas tienen como clientes compañías occidentales como C&A, Mothercare, HanesBrands, Sainsbury’s y Primark, además de compañías de Bangladesh.

Flawed Fabrics (Tejidos defectuosos), el nuevo informe de SOMO e ICN, revela los resultados de la investigación llevada a cabo en cinco instalaciones de hilado de Tamil Nadu. Además de realizar entrevistas en profundidad a 150 trabajadores/as, el estudio analiza la información corporativa y las estadísticas de exportación de las compañías estudiadas.

Las adolescentes y mujeres jóvenes revelaron a los investigadores cómo las engatusaron para que abandonaran su pueblo, prometiéndoles un trabajo decente y un buen salario. En lugar de ello, se encontraron trabajando en condiciones penosas que, según el informe, equivalen a la esclavitud de hoy y a las peores formas de trabajo infantil.

Martje Theuws, investigadora de SOMO, afirma: “Los esfuerzos corporativos no están resolviendo las violaciones de los derechos laborales. Las auditorías corporativas no tienen por objeto detectar el trabajo forzoso u otras infracciones graves de los derechos laborales. Es más, prácticamente no hay transparencia en la cadena de suministro. Los sindicatos locales y los grupos de trabajadores son sistemáticamente ignorados”.

SOMO e ICN instan a “todas las empresas presentes a lo largo de la cadena de suministro mundial de la industria textil — desde las instalaciones de hilado a las marcas de moda — a una mayor transparencia sobre sus proveedores. Tienen que ser más ambiciosas para detectar y abordar las violaciones de los derechos humanos y permitir que los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil desempeñen el rol que les corresponde”.