La perspectiva de los sindicatos sobre la nueva propuesta del ICD se basa en los siguientes principios y referencias. En el documento se realiza un análisis más elaborado de la nueva propuesta.
- El Programa de Trabajo Decente, que contribuye a un crecimiento inclusivo y sostenible, debe incluirse a la hora de concentrar los sectores a nivel nacional. Los interlocutores sociales deben ser incluidos desde el principio en el diálogo de políticas a fin de garantizar la apropiación democrática de las políticas de desarrollo que va más allá de la implicación del Gobierno;
- Los Programas temáticos deben consolidarse, puesto que representan la forma más accesible de apoyar a organizaciones, como sindicatos, que de lo contrario no podrían funcionar a causa de la postura antagonista de los Gobiernos, que socavan el derecho de iniciativa de los mismos (riesgo de las modalidades de apoyo presupuestario);
- El apoyo al desarrollo de capacidades de los sindicatos en tanto que interlocutores sociales debería asignarse en el “Programa temático para retos y bienes públicos”, y el Programa de Trabajo Decente ha tener prioridad y disponer de los recursos adecuados dentro del tema secundario “Desarrollo Humano”;
- Dentro del “Programa temático para las organizaciones de la sociedad civil y las autoridades locales” se tiene que llevar a cabo un enfoque basado en los actores, permitiendo unas modalidades de asociación más adaptables y efectivas con la diversidad de actores del desarrollo que tienen estructuras, objetivos y mandatos distintos. Se ha de conferir un reconocimiento a las organizaciones basadas en la membresía, como los sindicatos, utilizando mecanismos de financiación alternativos desarrollados durante el Diálogo Estructurado, como los “acuerdos de asociación”.
- La diferenciación entre países o grupo de países debe basarse en indicadores relevantes como el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, respondiendo a los Objetivos para la reducción de la pobreza, y no puede utilizarse como herramienta para apoyar intereses económicos (mutuos) de la UE con relación a las economías emergentes;
- El proceso de programación (redacción de Documentos de Estrategia Nacionales) deben implicar plenamente al Parlamento Europeo, garantizando una selección democrática y la responsabilidad de las políticas de desarrollo de la UE;
- El sector privado puede aportar importantes contribuciones al desarrollo. No obstante, debe operar conforme a las normas internacionales del trabajo y en apoyo a las necesidades locales de desarrollo. Es preciso que se fomente el diálogo social como estrategia central para garantizar la apropiación democrática local.
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