Este trágico suceso pone de relieve la importancia de un compromiso renovado de la comunidad internacional para formular una estrategia eficaz destinada a hacer frente a este ataque inaceptable contra los derechos humanos y sindicales más fundamentales de las trabajadoras y los trabajadores. Guatemala es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer los derechos sindicales.
"Sabemos que hasta que no se implementen y respeten plenamente las normas fundamentales del trabajo y el Convenio 169, se persiga a quienes los violan y se ponga fin a las matanzas, no tendremos la vida que deseamos: trabajo decente, poder contar con un sustento para vivir y un trabajo que garantice la seguridad, al que la gente pueda ir todos los días sabiendo que regresará con vida a sus familias", declaró Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, en su discurso de apertura de la Conferencia.
La Conferencia, organizada por la CSI y la CSA, y con el apoyo de la OIT y Solidarité Mondiale, cuenta con la asistencia de sindicalistas de la región y de Europa, así como numerosos representantes de organizaciones internacionales, del Gobierno de Guatemala y de la sociedad civil.
Un tema central de las diversas intervenciones en la Conferencia ha sido la necesidad de seguridad y democracia para el ejercicio efectivo de los derechos sindicales como componente clave de primer orden para contribuir al desarrollo social y económico. Varios participantes subrayaron que los gobiernos no deben denegar ni derogar su responsabilidad de garantizar el respeto de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y de la ciudadanía.
La Conferencia formulará un plan de acción que refleje las prioridades de los sindicatos de Guatemala. En su menaje, Sharan Burrow se comprometió a brindar todo el apoyo de la CSI y del movimiento sindical internacional.