Financiación del cambio climático: hay que paliar la brecha de “voluntad política”

Con la reapertura de las negociaciones sobre el clima en menos de cuatro semanas y pocas esperanzas de lograr un avance, se esperaba mucho del panel patrocinado por la ONU sobre la financiación para el cambio climático, que publicó su informe el viernes.

"La creación de un grupo de alto nivel para identificar fuentes innovadoras de financiación para las políticas sobre el clima fue un paso positivo, ya que creemos que una transición a una nueva sociedad baja en carbono y resistente al clima sólo puede lograrse a través de un sistema fiscal fuerte y renovado y la asistencia de los países desarrollados a los países en desarrollo", afirmó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. "Ante todo, aplaudimos el hecho de que el grupo considere que es un "objetivo factible" encontrar 100 mil millones de dólares al año para financiar el cambio climático, y como tal indica que los gobiernos no tienen excusas en caso de incumplimiento".

El informe, sin embargo, admite que se requieran fondos privados para llegar a esta cifra. "No estamos de acuerdo en sean necesarios fondos privados para llegar a la cifra de 100 mil millones de dólares, aun cuando sin duda alguna representan una parte importante de la financiación de la mitigación del cambio climático. Pero si tenemos que depender de los flujos privados para alcanzar esta meta inicial e insuficiente, no estamos en el camino correcto", señaló Sharan Burrow.

El mensaje principal del informe se refiere a la necesidad de establecer un precio adecuado para el carbono, aproximadamente entre 20 y 25 dólares por tonelada. Fijar el precio del carbono es un paso fundamental en la construcción de una economía con bajas emisiones de carbono. Sin embargo, la dinámica de los mercados actuales no ha conseguido fijar un precio adecuado del carbono. Por tanto, no debe dejar a los mercados la responsabilidad de fijar este precio.
"Lamentablemente, el grupo no propone de manera más decisiva instrumentos innovadores y ventajosos, tales como una tasa sobre las transacciones financieras (TTF). Una TTF podría proporcionar fondos para la lucha contra el cambio climático, reducir los presupuestos nacionales sofocados por la crisis y aumentar los fondos de ayuda al desarrollo", agregó Sharan Burrow. "Debe ponerse fin a la falta de voluntad política para adoptar una tasa sobre las transacciones financieras, ya que es ésta la que se ha identificado como el obstáculo para promover la TTF; los sindicatos seguirán trabajando en pos de este objetivo".

Preocupa particularmente a la CSI la presencia todopoderosa del Banco Mundial y los Bancos multilaterales de desarrollo (BMD), a los que se concede mayor importancia que a la ONU en el documento de las propia ONU. La posición del movimiento sindical es que los fondos deberían ser administrados a través de las Naciones Unidas, con su mandato democrático, para decidir sobre la financiación del cambio climático, no a través del Banco Mundial o los BMD.