El Gobierno de Camboya dispuesto a seguir debilitando los derechos laborales y a exportar mano de obra a Qatar

Los planes de Camboya de limitar aún más sus escasas medidas de protección para los trabajadores han sido enérgicamente criticados por la CSI y las Federaciones Sindicales Internacionales.

El Gobierno está desarrollando entre bastidores una serie de nuevas medidas que restringirían todavía más los derechos de la empobrecida mano de obra del país. La nueva legislación excluiría del ámbito de la protección de la legislación laboral a amplios segmentos de la mano de obra; implicaría asimismo el establecimiento de unos mínimos de afiliación obligatorios demasiado elevados para el registro de sindicatos; otorgaría al Gobierno amplios poderes para inhabilitar a los sindicatos; socavaría los derechos a la negociación colectiva; y permitiría a los funcionarios públicos prohibir huelgas y cierres patronales sin necesidad de recurrir a los tribunales.

También hay razones para creer que Camboya se está preparando para exportar un primer lote de trabajadores a Qatar, tras un acuerdo establecido en 2011 entre ambos países. Una agencia de contratación con sede en Camboya ha confirmado que las autoridades le han expedido el correspondiente permiso para enviar mano de obra a Qatar, donde los empleadores esclavizan a los trabajadores con arreglo al sistema de “kafala” y donde los trabajadores extranjeros tienen prohibido afiliarse a un sindicato. En Qatar, cada día muere por lo menos un trabajador migrante.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha declarado que “la legislación laboral de Camboya es ya sumamente deficiente, y estas medidas no harían sino inclinar aún más la balanza a favor de los empleadores, como consecuencia de lo cual los trabajadores serán más vulnerables a la explotación y a las sanciones injustificadas de los funcionarios públicos. Además, el Gobierno está tomando las disposiciones necesarias para autorizar el envío de trabajadores camboyanos a Qatar, donde la brutal realidad del mundo laboral no coincide en absoluto con las promesas que las agencias de contratación suelen hacerles a los confiados trabajadores migrantes”.

La CSI y las Federaciones Sindicales Internacionales IndustriALL y UNI han remitido una carta al Primer Ministro Hun Sen, solicitando al Gobierno que aplace indefinidamente sus planes y que introduzca una ley que se ajuste a las normas de la OIT. Destacados clientes internacionales del sector de la confección de Camboya también han solicitado que se actualice la legislación laboral del país con arreglo a las normas internacionales, señalando que este Gobierno se está arriesgando a socavar aún más la confianza de los inversores debido al trato que Camboya está dando a sus propios ciudadanos y ciudadanas.

En sus comentarios con respecto al trágico accidente que se produjo esta semana, en el que 21 trabajadores de la confección camboyanos perdieron la vida y varios resultaron heridos cuando el camión que los transportaba chocó con un autobús, Burrow ha dicho: “En Camboya, los trabajadores suelen ser tratados como una mercancía prescindible. Es necesario que el Gobierno consolide la legislación laboral, en lugar de abandonar a sus ciudadanos en unas situaciones vulnerables a la explotación y a la negligencia de los empleadores”.