El acuerdo, alcanzado en febrero durante una reunión tripartita de expertos sobre políticas salariales, fue aprobado por el Consejo de Administración de la OIT en su sesión del 13 de marzo.

La nueva definición establece que un salario vital es "el nivel salarial necesario para permitir un nivel de vida decente a los trabajadores y sus familias, teniendo en cuenta las circunstancias del país y calculado para el trabajo realizado durante las horas normales de trabajo”.

El acuerdo de la OIT subraya el papel fundamental que deben desempeñar instituciones e instrumentos empoderados para la fijación de salarios, en particular el diálogo social y la negociación colectiva, y destaca que los gobiernos y los interlocutores sociales deben “garantizar la progresión gradual de los salarios mínimos a los salarios vitales”.

Asimismo, establece varios principios básicos para la estimación de los salarios vitales, entre ellos:

• Uso de metodologías basadas en pruebas y datos sólidos que sean transparentes y estén a disposición del público.
• Consulta con los interlocutores sociales.
• Ajustes periódicos para reflejar los cambios del costo de la vida, teniendo en cuenta las realidades regionales y socioeconómicas.

Además, la OIT debe ayudar a los gobiernos y a los interlocutores sociales a fijar salarios basados en datos empíricos. Esto implica ayudar en la recopilación de datos para las discusiones en materia de salarios, ofrecer apoyo técnico para determinar las necesidades de un salario vital y evaluar las condiciones económicas pertinentes cuando se le solicite.

Se espera que el acuerdo fomente una mayor coherencia con las iniciativas nacionales e internacionales en curso destinadas a definir, estimar y ofrecer salarios vitales.

El Secretario General de la CSI, Luc Triangle, acogió con satisfacción el acuerdo: “Lograr este acuerdo en la OIT, después de 80 años de desatender la importancia de los salarios vitales, es una gran victoria para los trabajadores y las trabajadoras.

“Ahora mismo, para un número demasiado importante de trabajadores, los salarios son insuficientes para sacarles a ellos y a sus familias de la pobreza, y aún menos garantizarles un medio de vida digno.

“Este acuerdo supone un paso importante hacia la acción internacional para ofrecer salarios vitales y marca un salto adelante en la justicia social”.