En 2011, casi tres mil trabajadores y trabajadoras de Bahrein, en su mayoría sindicalistas, fueron despedidos sumariamente por su participación en actividades sindicales legítimas y/o por sus opiniones políticas, que en muchos casos expresaron a través de la participación en movilizaciones de masas a principios de este año para pedir reformas económicas y sociales, así como políticas. La respuesta del Gobierno fue brutal. Varios fueron asesinados, torturados y/o arrestados, y numerosos activistas fueron condenados a largas penas de prisión dictadas por tribunales militares. A principios de año tuvo lugar un diálogo nacional auspiciado por el Gobierno, que nunca fue un intento serio de reconciliación, por lo que no resultó en reformas significativas.
Actualmente, la represión continúa. A pesar de las afirmaciones sin fundamento del Gobierno, pocos trabajadores, y aún menos dirigentes sindicales, han sido reintegrados a su trabajo, y los despidos por motivos políticos continúan en el sector público. El Gobierno acaba de lanzar una nueva ofensiva de relaciones públicas, esta vez para evitar el debate sobre el establecimiento de una comisión de encuesta en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al modificar de manera unilateral y sin previo aviso la ley sindical, en un esfuerzo por silenciar la voz independiente y democrática de los trabajadores y trabajadoras de Bahrein, la General Federation of Bahraini Trade Unions (GFBTU), nuestra afiliada.
Las recientes enmiendas, un acto obvio de represalia por parte del Gobierno, representan otro grave ataque a los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras de Bahrein. El propósito de estas enmiendas es claro: socavar aún más a la federación sindical GFBTU y eliminar así una voz importante a favor de la reforma económica y social de Bahrein.
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La CSI condena las flagrantes represalias contra los sindicalistas de Bahrein. El Gobierno no puede recurrir a la legislación en lugar de una porra de policía o una carta de despido y esperar promover así la paz social o laboral. La CSI y sus organizaciones afiliadas apoyan a la federación sindical GFBTU y hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que condene los continuos ataques del Gobierno y tome todas las medidas necesarias para garantizar el libre ejercicio de los derechos humanos y los derechos sindicales en Bahrein.
